lunes, 24 de junio de 2024

De Barquisimeto a Caracas

 Tal cual, Maracaibo, la terminal terrestre de Barquisimeto era un caos, pero, de todos modos, pronto pudimos abordar a un ómnibus que nos llevaría hasta la capital venezolana.

Saliendo de la ciudad tomamos la autopista Centro Occidental con rumbo hacia el este, y tras recorrer cerca de sesenta kilómetros llegamos a Chivacoa. 

Dejando Barquisimeto por la autopista Centro Occidental

  

Chivacoa se encontraba en el estado Yaracuy, y era conocida a nivel nacional e internacional por la famosa montaña de Sorte, sistema montañoso aislado localizado en la Cordillera o Serranía del Interior, que era una bifurcación de la Cordillera de la Costa, constituyendo ambas lo que se conocía como Cordillera Caribe, perteneciente a los Andes Venezolanos.

El clima de la zona era tropical lluvioso con predominio de lluvias entre abril y octubre, siendo el mes más seco enero, justamente durante nuestra estada. La vegetación original de los valles estaba conformada por el bioma sabana y en los campos circundantes se producían maíz y caña de azúcar. 

Aproximándonos a Chivacoa

  

Sabana tropical y al fondo la serranía de Aroa

  

Muy cerca de allí se encontraba el Embalse Cumaripa, formado por el represamiento del río Yaracuy, el que, además de abastecer de agua potable a algunas localidades y constituir un importante sistema de riego para varios municipios, controlaba crecientes, sedimentos y polución. 

Llegando al embalse de  Cumaripa

  

Pasando por el embalse de Cumaripa

  

El estado Yaracuy se caracterizaba por su rica biodiversidad, presentando diferentes zonas de vegetación que iban desde la selva nublada o bosques tropicales lluviosos con gran cantidad de especies arbóreas, hasta páramos, ecosistemas de alta montaña que albergaban especies adaptadas a las bajas temperaturas y a la falta de oxígeno. 

Bosque tropical en el estado de Yaracuy

  

Diversidad de vegetación en el estado de Yaracuy

  

Bosque tropical húmedo en el estado de Yaracuy y la serranía del Interior

  

A una hora y media de recorrido, tras recorrer áreas montañosas cubiertas por tupidos bosques, hicimos una parada en la ciudad de Nirgua, que se encontraba ubicada en la Cordillera del Interior, lugar donde previamente a la llegada de los conquistadores habitara la comunidad jarajara. Se trataba de una zona productora de naranjas y café, por tener una temperatura de alrededor de 22°C durante todo el año. 

Omar en la terminal de ómnibus de la ciudad de Nirgua

 

Feria de venta de naranjas en la ciudad de Nirgua

  

Y a ciento treinta kilómetros de Barquisimeto, arribamos a la ciudad de Miranda, en el estado de Carabobo.

Como consecuencia de la intensa actividad agropecuaria, la vegetación natural prácticamente había desaparecido, conservándose algunos remanentes o testigos en lugares de pendientes fuertes y en quebradas donde la intervención humana era más difícil. Los principales cultivos de la zona lo eran los cítricos, especialmente naranjas, mandarinas y limones, además de hortalizas, legumbres, yuca, aguacate y granos. También había algunas haciendas dedicadas a la cría de ganado vacuno lechero y de pollos. De hecho, en el sector urbano se había asentado la empresa láctea PARMALAT. 

Tramo Central de la Cordillera de la Costa


Cordillera Central raleada en el estado Carabobo

 

Cultivo de cítricos en las cercanías de la ciudad de Miranda

  

Hacienda con actividad agropecuaria

  

Empresa PARMALAT en la ciudad de Miranda

  

Continuando por la Carretera Troncal 11, y en los Valles Altos de Carabobo llegamos a la localidad de Bejuma, denominada “Jardín de Carabobo”, debido a su diversidad florística.

Se trataba de una zona de producción agropecuaria con plantas de procesamiento de alimentos, comercios, entidades bancarias, posadas para hospedar visitantes y restoranes tanto de cocina tradicional como gourmet e internacional.

La localidad era relativamente pequeña en comparación con otras urbes de la región, pero se vislumbraba un importante crecimiento a partir de los complejos habitacionales que se habían construido. 

Moto supercargada circulando por la Carretera Troncal 11 en las cercanías de Bejuma

  

Complejo habitacional en Bejuma

  

Suburbios de Bejuma

  

Bejuma era llamada “Jardín de Carabobo” por su diversidad florística

 

Valles Altos de Carabobo

  

Nos estábamos desplazando por el sur del tramo central de la Cordillera de la Costa, dicho sistema montañoso era considerado como la continuación estructural del arco insular caribeño, y presentaba varias áreas cortadas por abras o pasos que facilitaban la comunicación entre los valles interiores y el mar. 

Cordillera de la Costa de los Andes Venezolanos

 

En algo más de cuarenta kilómetros, estábamos entrando a la ciudad de Valencia, localizada al oeste del lago homónimo, que ocupaba una depresión de origen tectónico, es decir, producida por el hundimiento de bloques de la corteza terrestre.

Valencia contaba con un verdadero polo industrial, donde se concentraban algunas fábricas como la cervecería Polar, la agroindustrial estadounidense Cargill, la de alimentos para ganado PROTINAL, industrias de la construcción y una planta de generación de energía eléctrica, entre otras. 

Agencia de la cervecería Polar

 

Planta de la corporación Cargill en Valencia

  

PROTINAL – Una industria de alimentos para ganado

 

Industrias de la construcción

 

Planta de generación de energía eléctrica

  

Sin embargo, a pesar de la pujanza demostrada a través del movimiento comercial y del tránsito urbano, se vislumbraba, a partir de los diferentes tipos de viviendas, una gran diferenciación social. 

Gran movimiento en la ciudad de Valencia

  

Avenida Lara en la ciudad de Valencia

 

Tránsito fluido en las avenidas de Valencia


Barrio de alto poder adquisitivo

 

Edificio de viviendas de clase media

  

Departamentos en la ciudad de Valencia

  

Barrio periférico de la ciudad de Valencia

 

Un complejo habitacional en la ciudad de Valencia

 

Suburbio de la ciudad de Valencia

  

Viviendas precarias en la ciudad de Valencia

  

Precariedades en la ciudad de Valencia

  

Como continuidad de Valencia, ya al norte del lago, se localizaba Guacara, que, a pesar de su pequeño tamaño, también contaba con importantes centros manufactureros como los derivados de la industria automotriz, metalmecánicas, farmacéuticas, textiles y procesadoras de alimentos.

Pasando por la ciudad de Guacara

 

Bordeando el norte del lago Valencia, sobre la ladera sur de la Cordillera de la Costa, el paisaje era variado, alternando áreas de sabana con bosques y matorrales, que, en algunos casos, sustituían a la vegetación natural destruida por acción antrópica. 

Cordillera de la Costa al norte del lago de Valencia

  

Y ya al este del lago Valencia, llegamos a Maracay, en el estado de Aragua, que se destacaba por la construcción del Sistema Ferroviario Ezequiel Zamora, que pretendía conectar los estados de Carabobo, Aragua y Miranda con el Distrito Capital, mediante un sistema multimodal de carga y pasajeros. 

Pilote de hormigón armado correspondiente al Sistema Ferroviario “Ezequiel Zamora” en Maracay

  

Detalle de la construcción del Sistema Ferroviario “Ezequiel Zamora” en Maracay

  

Al salir de Macacay, se podían ver plátanos junto a diversas plantas tropicales, y al aproximarnos al embalse de Zuata, se multiplicaron los campos de cultivo y los establecimientos agropecuarios e industriales. 

Plátanos y otras plantas tropicales al salir de Maracay

  

Campos de cultivo en las cercanías del Embalse de Zuata

  

Valle al pie de la Cordillera de la Costa

  

Invernadero en el camino entre Maracay y Caracas

  

Zonas productivas al sur de la Cordillera de la Costa

 

Establecimiento industrial

  

El bioma comenzaba a transformarse de una zona de sabanas a un bosque tropical, y aparecía la cartelería propia de las grandes ciudades, pero aun nos quedaban por recorrer más de ciento veinte kilómetros para acceder a Caracas. Y fue así como, algunos pasajeros no toleraron la falta de baño a bordo, y antes de que el ómnibus comenzara a transitar por un camino serpenteado sin demasiados espacios para detenerse, solicitaron hacer una parada de emergencia, y así poder calmar sus necesidades fisiológicas. 

Tramo Central de la Cordillera de la Costa al sur de Caracas

  

Bosque tropical en la ladera sur de la Cordillera de la Costa

  

Vegetación exuberante a la vera de la carretera

  

¡La seguridad la hacemos entre todos!

Con soborno, NO me respetas a , a ti, a tu País

  

Viaje largo y sin baño a bordo…

  

El cruce de la montaña para llegar a Caracas fue realmente espectacular, a pesar de que la vegetación disminuyera ostensiblemente a medida que ascendíamos. El camino serpenteado ofrecía vistas increíbles, aunque muchas de ellas no las pude fotografiar por los bruscos movimientos que el ómnibus hacía en cada curva.

La ciudad se localizaba en un valle de altura, a 900 m.s.n.m. en la Cordillera de la Costa, lo que contribuía a morigerar las altas temperaturas que hubiese tenido si estuviera a nivel del mar. 

Camino serpenteado al ingresar a Caracas

  

Sobre la cima de la montaña antes de arribar a Caracas

 

Cuando ya habíamos recorrido casi cuatrocientos kilómetros desde Barquisimeto, y a los que le pusiéramos algo más de seis horas debido a las paradas en el camino, llegamos a la terminal de pasajeros de Caracas.

Y allí, ante nuestra sorpresa, nos topamos ante un mural con el retrato de Néstor Kirchner, quien fuera el primer Secretario General de la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), falleciendo en 2010 durante su mandato. Además de las banderas de los doce países que la componían, rezaba la siguiente inscripción: “Victoria significa tener en cuenta los principios y los sueños”. 

Imagen de Néstor Kirchner en la terminal de pasajeros de Caracas

 

En un taxi nos dirigimos al hotel Gabial, que estaba situado en Prolongación Avenida Las Acacias, cerca del campo deportivo de la Universidad Central de Venezuela.

Sin ánimo de salir debido al cansancio que teníamos, decidimos cenar en el restorán del hotel. Y mientras estábamos disfrutando de la gastronomía local, entablamos una conversación con un hombre que se encontraba en una mesa próxima.

El interlocutor resultó ser un indígena amazónico que había llegado a la capital para tener una reunión con uno de los hermanos del presidente Hugo Chávez Frías. Nos contó que lo había enviado el chamán para solicitar que no explotaran los recursos mineros de la Amazonia Venezolana. Y ante nuestra pregunta acerca de qué en consistía un chamán, nos contestó que se trataba de una persona dotada de poderes sobrenaturales para adivinar, invocar a los espíritus y sanar a los enfermos; y que no recaía en cualquier miembro de la comunidad, sino que era algo hereditario, tal cual como lo que ocurría en la nobleza.

Por otra parte, durante el diálogo nos comentó varias características de sus costumbres y cuestiones personales, entre las cuales las referidas a su relación conyugal, afirmando que él tenía tres mujeres, su esposa y las dos hermanas de ella.