Ya era martes 24 de enero cuando Martín, Omar y yo salimos de El Bolsón
para dirigirnos a Bariloche. Pero en esta oportunidad era para permanecer sólo
un día y, desde allí, hacer la combinación de micros que vía Neuquén nos llevarían
a la localidad de Choele Choel, en el Valle Medio del Río Negro.
San
Carlos de Bariloche desde una ventana de nuestro hotel
Apenas dejando Bariloche, el paisaje de la ruta doscientos treinta y
siete, que seguía el curso del río Limay, era absolutamente árido; pero desde
Neuquén, tomamos rumbo hacia el este, por la ruta veintidós, que atravesaba el
valle del río Negro, un verdadero vergel logrado a fuerza de riego y plantación
de álamos que impedían que el viento se llevara la humedad y derribara los
cultivos.
Nahuel
Huapi, en el límite entre las provincias de Río Negro y Neuquén
Torres
de trasmisión de la electricidad generada en la represa de El Chocón
Terminal
de ómnibus de la ciudad de Neuquén
La
nueva terminal había sido inaugurada poco tiempo atrás
En
Neuquén se iniciaba el Alto Valle del Río Negro
Las
cortinas de álamos permitían proteger del viento a los cultivos de frutales
Llegando
a la ciudad de Choele Choel
Choele Choel era la ciudad más importante del Valle Medio del Río
Negro, teniendo en 2006, momento en que nos encontrábamos allí, alrededor de
diez mil habitantes.
Originalmente había sido fundada en la isla Pacheco con el nombre de “Pueblo
de Nicolás Avellaneda”, en honor al entonces Presidente de la República,
aunque tiempo después fuera reemplazado por el de Choele Choel. La fecha había
sido el 9 de julio de 1879, coincidiendo con el aniversario de la independencia
de la Nación Argentina, y durante la segunda campaña al territorio aborigen
autodenominada “Conquista del Desierto”, que fuera comandada por el General
Julio Argentino Roca. Pero el asentamiento fue arrasado poco después por una
inundación y sus habitantes se desplazaron hasta el paraje conocido como Pampa
de los Molinos hasta el 18 de marzo de 1882, fecha en que fueran trasladados
hasta su actual emplazamiento, sobre la margen izquierda del río.
Avenida
San Martín en la ciudad de Choele Choel
En el nuevo sitio se instaló una oficina de correos en 1883, y con la
llegada de los salesianos en 1891 se fundó una escuela para niños.
Debido a la inundación que destruyera la ciudad de Viedma en 1899, la
Capital del entonces Territorio Nacional del Río Negro, el gobierno se trasladó
a Choele Choel por un tiempo. Y la llegada del ferrocarril en el año 1900,
activó la actividad agrícola.
En 1904 comenzó a funcionar una escuela estatal; y en 1917, se creó la
biblioteca popular, se instaló el primer aserradero, y se dio origen el Club
Choele Choel.
Monumento
al Bombero en la ciudad de Choele Choel
El clima de Choele Choel era semi-árido, con precipitaciones algo
superiores a los cuatrocientos milímetros anuales, por lo que la amplitud
térmica era bastante grande, con inviernos fríos y veranos calientes y secos.
Parque
cercano al río
Cruzando
el río se encontraba la Isla Grande de Choele Choel, donde se situaban tres
localidades: Luis Beltrán, Lamarque y Pomona.
Lamarque
se había originado en el año 1901, siendo denominado “Nuevo Pueblo de la
Colonia Agrícola Choele Choel”, trazada en la zona más alta de la Isla,
debido a los riesgos de inundación.
En
1927 había nacido en el establecimiento “El Curundú” el escritor Rodolfo
Walsh, quien fuera asesinado en 1977 por la dictadura militar que gobernó
nuestro país.
En
1942 al pueblo le fue impuesto el nombre de Lamarque en honor al ex-juez
letrado que se hiciera cargo de la nueva sede del Juzgado de Choele Choel tras
la inundación de Viedma.
En
1970 recibió refugiados laosianos y sirio-libaneses que se transformaron en
excelentes agricultores, dedicándose a la actividad fruti-hortícola.
En
2006 contaba con algo más de siete mil trescientos habitantes.
Ingreso
al pueblo de Lamarque en la isla de Choele Choel
Riego por
aspersión en los campos circundantes de Lamarque
En
1921 Robert Rosauer y su esposa Hedwin Klein, quienes habían dejado el Imperio
Austro-Húngaro, y después de habitar en otros lugares de la Argentina, se
instalaron en Paso Peñalva, a pocos kilómetros al sudeste de Lamarque, en el
sur de la isla de Choele Choel, donde funcionaba una balsa para cruzar el río,
dando inicio a la actividad agropecuaria.
Tiempo
después el lugar fue re-bautizado por su hijo Juan como Pomona, inspirado en un
pueblo de California que conociera durante un viaje a un Congreso de
Fruticultura. Y así quedó fundado oficialmente a partir del 30 de setiembre de
1933, aprobado por Decreto del Presidente Agustín P. Justo.
Juan
construyó un vivero con sistema de riego mecánico en el que además de frutales
sumaba rosales, miel, ornamentaciones y dulces.
Posteriormente
funcionaron galpones frigoríficos para fruta, y aserraderos que utilizaban la
madera de los álamos para hacer cajones de manzana, entre otros usos.
Los
álamos se caracterizan por su rápido crecimiento
y por
doblarse, pero no quebrarse ante los fuertes vientos
Pintorescas
calles de Pomona, considerada el Jardín de Río Negro
Rosales
por todas partes en esta bonita localidad
El
pueblo contaba con poco más de setecientos habitantes mientras nosotros
estábamos allí, por lo que era extremadamente tranquilo y podíamos permitir que
Martín se desplazara solo por las calles.
El
intenso verdor producía una disminución de la temperatura respecto de la ciudad
de Choele Choel
Balneario
de Pomona
El brazo
sur del río Negro a su paso por Pomona
Y
luego de unos días de recorrer la zona, continuamos viaje a Bahía Blanca con el
fin de que el sábado 28, Martín pudiera pasar su cumpleaños número quince junto
a mis padres que se encontraban allí visitando a familiares y amigos. Y si bien
nuestra intención era quedarnos un tiempo mayor, las elevadas temperaturas
hicieron que, tras el festejo, regresáramos precipitadamente a Buenos Aires.
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