martes, 2 de julio de 2024

Deambulando por Caracas

  En la mañana del martes 31 de enero, después de un merecido descanso tras la llegada a Caracas desde Barquisimeto, salimos a deambular por la ciudad.

Partimos desde el hotel Gabial, y tomando la avenida Las Acacias, a tan solo doscientos metros llegamos al Bulevar de Sabana Grande, una peatonal muy concurrida que tenía un gran significado histórico para los caraqueños.

A mediados del siglo XVIII esa arteria era denominada Calle Real de Sabana Grande y conectaba el casco central de Santiago de León de Caracas con las haciendas localizadas hacia el este, desde donde las personas se trasladaban a caballo y transitaban en mula los alimentos cultivados. Y cien años después, siendo elevada a parroquia por las autoridades de la época, creció significativamente tanto a nivel demográfico como edilicio. En 1881, cuando se puso en funcionamiento la línea de tranvías El Central, la ruta pasaba por Sabana Grande; y en 1912, el transporte automotor también la atravesaba. A mediados del siglo XX, se construyeron avenidas que comunicaron otras áreas de la ciudad; y en 1975, con la llegada del Metro de Caracas, la zona se convirtió en un sitio de recreación masiva, extendiéndose el Bulevar de oeste a este, a partir de la original Calle Real hasta las inmediaciones de la estación Chacaíto, habiéndose convertido en el paseo peatonal de mayor longitud de Caracas.

Durante mucho tiempo, las autoridades de la ciudad descuidaron el lugar, no haciendo un correcto mantenimiento, por lo que fuera tomado anárquicamente por la economía informal en detrimento de la transitabilidad de los peatones, dando lugar al decaimiento del comercio urbano, hasta que en 2007, el gobierno venezolano tomo conciencia de la importancia patrimonial de la zona, y encargó la recuperación integral del paseo al Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía del Municipio Libertador o Alcaldía de Caracas, con el apoyo de la empresa estatal PDVSA (Petróleos de Venezuela). Pero la reconstrucción total del Bulevar de Sabana Grande se había inaugurado recién en el año 2011, con motivo del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, que había tenido lugar el 05 de julio de 1811.

 

Nos deplazamos por el Bulevar de Sabana Grande

 

A una cuadra y media de caminata por el Bulevar de Sabana Grande, llegamos a un área cubierta por paraguas invertidos, a la que se denominaba Plaza Siembra Petrolera, construida por PDVSA, dándole el nombre del proyecto del Gobierno Bolivariano, que consistía en haber recuperado la empresa del control norteamericano, destinando las inversiones a garantizar los intereses nacionales para poder sustentar la revolución en materia de alimentación, salud, educación, capacitación, créditos y obras. 

Plaza “Siembra Petrolera”

  

A la cuadra siguiente cruzamos el Pasaje Asunción, más conocido por los habitantes de la ciudad, como Callejón de La Puñalada, donde nos llamó la atención un edificio de apartamentos llamado “MALAK”, totalmente enrejado.

Y al preguntar el porqué de la denominación popular del callejón obtuvimos varias versiones. Una de ellas fue que, durante la década de los 90’, momento en que la zona se encontraba virtualmente abandonada, quienes recogían latas, se enfrentaban a puñaladas para defender su territorio debido a que no podían usar armas de fuego, ya que los disparos, podían perturbar a los transeúntes que circulaban por Sabana Grande. Sin embargo, otros afirmaban que cuando las esposas encontraban a sus maridos con otras mujeres en el tradicional bar Cristal, eran apuñalados. Pero todos coincidieron en que, previamente, a esa década, en los 60, 70 y 80, había sido el sitio preferido de músicos, cineastas, actores y escritores que le proporcionaban un aire bohemio. Y, que, a partir de la recuperación del Bulevar de Sabana Grande, había comenzado a poblarse de artesanos que ofrecían todo tipo de piezas artísticas.

Y respecto de las rejas, afirmaron que era algo habitual en toda la ciudad, en relación con los episodios de inseguridad que se registraban diariamente. Evidentemente, a pesar de lo agradable que nos resultaba el paseo, nos resultaba muy negativo el observar tantas rejas y alambre de púas en la mayoría de las puertas, ventanas y balcones, que semejaban auténticas cárceles, paralelamente a edificios de gran nivel. 

Edificio de apartamentos “Malak” sobre el Pasaje Asunción o Callejón de La Puñalada

  

Gruesas rejas en todos los edificios

  

Impactante torre moderna en el Centro de Caracas

  

Verdaderas cárceles

  

Extremada seguridad en las ventanas

  

Edificio Don Domingo

  

Alambre de púas sobre un edificio del Bulevar de Sabana Grande

 

Mientras caminábamos descubrimos que, tal cual como ocurría en la peatonal Florida de Buenos Aires, había gran cantidad de “arbolitos”, es decir, personas que, en voz baja, tratando de disimular, ofrecían intercambiar dólares de manera informal.

Bulevar de Sabana Grande, el mejor paseo urbano de Caracas

  

Al llegar a la intersección de Loa Apamates y 1ra. Calle, nos topamos con el Registro Civil de la Parroquia El Recreo, y al continuar avanzando se nos presentaron carteles de PDVSA por todas partes, un pesebre en la plaza Aquiles Nazoa, más edificios enrejados, juegos para niños… Es decir, un popurrí de elementos que mostraban la diversidad de actividades de esa vía pública. 

CASA DE EL PODER POPULAR

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

ALCALDÍA DEL MUNICIPIO LIBERTADOR

OFICINA SUBALTERNA DE REGISTRO CIVÍL

DE LA PARROQUIA EL RECREO

ALCALDÍA DE CARACAS

  

Carteles de PDVSA por todas partes

 

Pesebre en la plaza Aquiles Nazoa

  

Edificio de viviendas totalmente enrejado

  

Juegos para niños

 

Y a poco de andar llegamos al edificio “Incimar”, donde funcionaba el Centro de Economía Popular Manuelita Sáenz.

Esa imponente estructura de doce pisos, que originalmente había sido construida para albergar familias y comercios, fue adquirida por el gobierno municipal tras haber sido dejada en el abandono. Y al momento de reordenar la transitabilidad urbana, se relocalizaron sin violencia los puestos de los vendedores callejeros otorgandoles novecientos treinta y seis locales en Incimar, que beneficiaron a mil ochocientos sesenta trabajadores. 

Centro de Economía Popular Manuelita Sáenz en la torre Incimar

 

También encontramos a nuestro paso importantes tiendas, puestos de flores, quioscos de golosinas y revistas, dando muestras de la heterogeneidad de negocios y de público que circulaba por allí. 

Tienda de ropa interior

  

Puesto de flores en el Bulevar de Sabana Grande

  

Quiosco de golosinas y revistas

  

Llegamos a una gran explanada desde donde se podían ver grandes edificios, entre los cuales se destacaba la vidriada torre Credicard. Y contigua a esa área seca se encontraba otro espacio muy arbolado, que era la plaza Luis Brión. El topónimo de dicha plaza constituía un homenaje a quien fuera un militar venezolano-curazoleño que luchó en la Guerra de independencia de Venezuela alcanzando el grado de Almirante de las Marinas de Guerra de Venezuela y la Gran Colombia. 

Gran explanada en el Bulevar de Sabana Grande

  

Torre Credicard

  

Jóvenes arbolitos

  

Plaza Luis Brión

  

Doblando por la calle Pichincha arribamos al Centro Comercial UNICO, donde se había instalado un local de Mc Donald’s, y a unos metros más, en una zona más residencial, otro de Burger King. 

Centro Comercial UNICO

  

Edificio de viviendas con escaleras externas

  

Juegos infantiles junto al Burger King

 

Retomando la plaza Luis Brión, pasamos por la estación de metro y el Centro Comercial Cachaíto, desde donde se podía ver el edificio del Banco Industrial, y luego nos dirigimos hacia la avenida Las Delicias, pasando por el hotel Savoy y comercios de gran importancia. 

Obras de arte junto a la estación de metro Cachaíto

 

Edificio del Banco Industrial junto al Centro Comercial Chacaíto

  

Hotel Savoy sobre la avenida Las Delicias

  

ABASTOS HERMANOS FRANCA 2006

 

Y así llegamos a la plaza Las Delicias, que se veía impecable, y, de hecho, había varias personas barriéndola.

Se trataba de un predio arbolado en cuyo centro estaba el busto de Rafael Arévalo González, un periodista que, por oponerse al gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez, ejercido entre 1908 y 1935, estuvo encarcelado durante veintisiete años, denunciando injusticias y siempre defendiendo el derecho a la libertad de prensa. 

Plaza “Las Delicias”

  

Y continuando con nuestro deambular, nos internamos en medio de una feria donde nos llamaron la atención la cantidad y variedad de frutas que no eran habituales en la Argentina, como diferentes tipos de plátanos, tamarindos, guanábanas, o cocos parchas, entre otras. 

Muchos compradores en la feria

  

Diferentes tipos de plátanos

  

Frutas tropicales

  

Cocos parchas

 

También había cartelería de los opositores al gobierno de Hugo Chávez Frías, entre los cuales se encontraba uno del partido liberal VENTE VENEZUELA, cuya líder era la candidata María Corina Machado; y otro de PODEMOS, una de las escisiones del MOVIMIENTO AL SOCIALISMO, representado por Ismael García. 

Propaganda de la oposición al gobierno

 

No dejamos de ver edificios de todos los niveles, absolutamente enrejados en diferentes calles y avenidas, hasta que llegamos a la torre de la compañía de seguros La Previsora. Dicha torre, inaugurada en 1973, había sido producto del crecimiento de la empresa y su deseo de ser visualizada mediante un ícono claramente reconocible.

Muy cerca de este edificio sobre la avenida Las Acacias, se encontraba el Centro Empresarial Torre Lincoln, que también constituía un emblema de la capital venezolana. 

Ni un solo edificio sin rejas

 

Edificio de la compañía de seguros “La Previsora”

 

Centro Empresarial Torre Lincoln en la avenida Las Acacias

 

Nos encontrábamos en una zona de alto nivel socioeconómico, y, sin embargo, nos sorprendimos al ver tanta cantidad de mototaxis, algo absolutamente inusual en la Argentina del año 2012. 

Mototaxis

 

Regresamos al hotel, y después de un merecido descanso, salimos a pasear a la noche con nuestros colegas Rosa y Juan. 

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