Partimos
desde el hotel Gabial, y tomando la avenida Las Acacias, a tan solo doscientos
metros llegamos al Bulevar de Sabana Grande, una peatonal muy concurrida que
tenía un gran significado histórico para los caraqueños.
A
mediados del siglo XVIII esa arteria era denominada Calle Real de Sabana Grande
y conectaba el casco central de Santiago de León de Caracas con las haciendas
localizadas hacia el este, desde donde las personas se trasladaban a caballo y
transitaban en mula los alimentos cultivados. Y cien años después, siendo
elevada a parroquia por las autoridades de la época, creció significativamente
tanto a nivel demográfico como edilicio. En 1881, cuando se puso en
funcionamiento la línea de tranvías El Central, la ruta pasaba por Sabana
Grande; y en 1912, el transporte automotor también la atravesaba. A mediados
del siglo XX, se construyeron avenidas que comunicaron otras áreas de la ciudad;
y en 1975, con la llegada del Metro de Caracas, la zona se convirtió en un
sitio de recreación masiva, extendiéndose el Bulevar de oeste a este, a partir
de la original Calle Real hasta las inmediaciones de la estación Chacaíto,
habiéndose convertido en el paseo peatonal de mayor longitud de Caracas.
Durante
mucho tiempo, las autoridades de la ciudad descuidaron el lugar, no haciendo un
correcto mantenimiento, por lo que fuera tomado anárquicamente por la economía
informal en detrimento de la transitabilidad de los peatones, dando lugar al
decaimiento del comercio urbano, hasta que en 2007, el gobierno venezolano tomo
conciencia de la importancia patrimonial de la zona, y encargó la recuperación
integral del paseo al Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía del Municipio
Libertador o Alcaldía de Caracas, con el apoyo de la empresa estatal PDVSA
(Petróleos de Venezuela). Pero la reconstrucción total del Bulevar de Sabana
Grande se había inaugurado recién en el año 2011, con motivo del Bicentenario
de la Independencia de Venezuela, que había tenido lugar el 05 de julio de
1811.
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Nos deplazamos por el Bulevar de
Sabana Grande
A una cuadra y media de caminata por el Bulevar de Sabana Grande, llegamos a un área cubierta por paraguas invertidos, a la que se denominaba Plaza Siembra Petrolera, construida por PDVSA, dándole el nombre del proyecto del Gobierno Bolivariano, que consistía en haber recuperado la empresa del control norteamericano, destinando las inversiones a garantizar los intereses nacionales para poder sustentar la revolución en materia de alimentación, salud, educación, capacitación, créditos y obras.
Plaza “Siembra Petrolera”
A la
cuadra siguiente cruzamos el Pasaje Asunción, más conocido por los habitantes
de la ciudad, como Callejón de La Puñalada, donde nos llamó la atención un
edificio de apartamentos llamado “MALAK”, totalmente enrejado.
Y al
preguntar el porqué de la denominación popular del callejón obtuvimos varias
versiones. Una de ellas fue que, durante la década de los 90’, momento en que
la zona se encontraba virtualmente abandonada, quienes recogían latas, se
enfrentaban a puñaladas para defender su territorio debido a que no podían
usar armas de fuego, ya que los disparos, podían perturbar a los transeúntes
que circulaban por Sabana Grande. Sin embargo, otros afirmaban que cuando las
esposas encontraban a sus maridos con otras mujeres en el tradicional bar
Cristal, eran apuñalados. Pero todos coincidieron en que, previamente, a esa
década, en los 60, 70 y 80, había sido el sitio preferido de músicos,
cineastas, actores y escritores que le proporcionaban un aire bohemio. Y, que,
a partir de la recuperación del Bulevar de Sabana Grande, había comenzado a
poblarse de artesanos que ofrecían todo tipo de piezas artísticas.
Y respecto de las rejas, afirmaron que era algo habitual en toda la ciudad, en relación con los episodios de inseguridad que se registraban diariamente. Evidentemente, a pesar de lo agradable que nos resultaba el paseo, nos resultaba muy negativo el observar tantas rejas y alambre de púas en la mayoría de las puertas, ventanas y balcones, que semejaban auténticas cárceles, paralelamente a edificios de gran nivel.
Edificio de apartamentos “Malak” sobre el Pasaje
Asunción o Callejón de La Puñalada
Gruesas
rejas en todos los edificios
Impactante
torre moderna en el Centro de Caracas
Verdaderas
cárceles
Extremada
seguridad en las ventanas
Edificio
Don Domingo
Alambre
de púas sobre un edificio del Bulevar de Sabana Grande
Mientras caminábamos descubrimos que, tal cual como ocurría en la peatonal Florida de Buenos Aires, había gran cantidad de “arbolitos”, es decir, personas que, en voz baja, tratando de disimular, ofrecían intercambiar dólares de manera informal.
Bulevar
de Sabana Grande, el mejor paseo urbano de Caracas
Al llegar a la intersección de Loa Apamates y 1ra. Calle, nos topamos con el Registro Civil de la Parroquia El Recreo, y al continuar avanzando se nos presentaron carteles de PDVSA por todas partes, un pesebre en la plaza Aquiles Nazoa, más edificios enrejados, juegos para niños… Es decir, un popurrí de elementos que mostraban la diversidad de actividades de esa vía pública.
CASA DE
EL PODER POPULAR
REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ALCALDÍA
DEL MUNICIPIO LIBERTADOR
OFICINA
SUBALTERNA DE REGISTRO CIVÍL
DE LA
PARROQUIA EL RECREO
ALCALDÍA
DE CARACAS
Carteles
de PDVSA por todas partes
Pesebre
en la plaza Aquiles Nazoa
Edificio
de viviendas totalmente enrejado
Juegos
para niños
Y a poco de andar llegamos al
edificio “Incimar”, donde funcionaba el Centro de Economía Popular Manuelita
Sáenz.
Esa imponente estructura de doce pisos, que originalmente había sido construida para albergar familias y comercios, fue adquirida por el gobierno municipal tras haber sido dejada en el abandono. Y al momento de reordenar la transitabilidad urbana, se relocalizaron sin violencia los puestos de los vendedores callejeros otorgandoles novecientos treinta y seis locales en Incimar, que beneficiaron a mil ochocientos sesenta trabajadores.
Centro
de Economía Popular Manuelita Sáenz en la torre Incimar
También encontramos a nuestro paso importantes tiendas, puestos de flores, quioscos de golosinas y revistas, dando muestras de la heterogeneidad de negocios y de público que circulaba por allí.
Tienda
de ropa interior
Puesto de flores en el Bulevar de Sabana
Grande
Quiosco
de golosinas y revistas
Llegamos a una gran explanada desde donde se podían ver grandes edificios, entre los cuales se destacaba la vidriada torre Credicard. Y contigua a esa área seca se encontraba otro espacio muy arbolado, que era la plaza Luis Brión. El topónimo de dicha plaza constituía un homenaje a quien fuera un militar venezolano-curazoleño que luchó en la Guerra de independencia de Venezuela alcanzando el grado de Almirante de las Marinas de Guerra de Venezuela y la Gran Colombia.
Gran explanada en el Bulevar de
Sabana Grande
Torre Credicard
Jóvenes arbolitos
Plaza Luis Brión
Doblando por la calle Pichincha arribamos al Centro Comercial UNICO, donde se había instalado un local de Mc Donald’s, y a unos metros más, en una zona más residencial, otro de Burger King.
Centro Comercial UNICO
Edificio de viviendas con escaleras
externas
Juegos infantiles junto al Burger
King
Retomando la plaza Luis Brión, pasamos por la estación de metro y el Centro Comercial Cachaíto, desde donde se podía ver el edificio del Banco Industrial, y luego nos dirigimos hacia la avenida Las Delicias, pasando por el hotel Savoy y comercios de gran importancia.
Obras de arte junto a la estación de
metro Cachaíto
Edificio del Banco Industrial junto
al Centro Comercial Chacaíto
Hotel Savoy sobre la avenida Las
Delicias
ABASTOS HERMANOS FRANCA 2006
Y así
llegamos a la plaza Las Delicias, que se veía impecable, y, de hecho, había
varias personas barriéndola.
Se trataba de un predio arbolado en cuyo centro estaba el busto de Rafael Arévalo González, un periodista que, por oponerse al gobierno dictatorial de Juan Vicente Gómez, ejercido entre 1908 y 1935, estuvo encarcelado durante veintisiete años, denunciando injusticias y siempre defendiendo el derecho a la libertad de prensa.
Plaza “Las Delicias”
Y continuando con nuestro deambular, nos internamos en medio de una feria donde nos llamaron la atención la cantidad y variedad de frutas que no eran habituales en la Argentina, como diferentes tipos de plátanos, tamarindos, guanábanas, o cocos parchas, entre otras.
Muchos compradores en la feria
Diferentes tipos de plátanos
Frutas tropicales
Cocos parchas
También había cartelería de los opositores al gobierno de Hugo Chávez Frías, entre los cuales se encontraba uno del partido liberal VENTE VENEZUELA, cuya líder era la candidata María Corina Machado; y otro de PODEMOS, una de las escisiones del MOVIMIENTO AL SOCIALISMO, representado por Ismael García.
Propaganda de la oposición al
gobierno
No
dejamos de ver edificios de todos los niveles, absolutamente enrejados en
diferentes calles y avenidas, hasta que llegamos a la torre de la compañía de
seguros La Previsora. Dicha torre, inaugurada en 1973, había sido producto del
crecimiento de la empresa y su deseo de ser visualizada mediante un ícono
claramente reconocible.
Muy cerca de este edificio sobre la avenida Las Acacias, se encontraba el Centro Empresarial Torre Lincoln, que también constituía un emblema de la capital venezolana.
Ni un solo edificio sin rejas
Edificio de la compañía de seguros
“La Previsora”
Centro
Empresarial Torre Lincoln en la avenida Las Acacias
Nos encontrábamos en una zona de alto nivel socioeconómico, y, sin embargo, nos sorprendimos al ver tanta cantidad de mototaxis, algo absolutamente inusual en la Argentina del año 2012.
Mototaxis
Regresamos al hotel, y después de un merecido descanso, salimos a pasear a la noche con nuestros colegas Rosa y Juan.
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