martes, 25 de septiembre de 2018

Carnavales en Montevideo



Febrero de 2007. Nuevo pretexto para cruzar a Montevideo. Ir a divertirnos al carnaval. A un carnaval muy particular, el de los tablados.

Pasando por el Obelisco de Buenos Aires en un taxi rumbo a la terminal del BUQUEBUS


Martín feliz en el BUQUEBUS


Edificios desde el puerto de Buenos Aires


Próximos a zarpar


Partiendo…


En medio del río de la Plata


Martín disfrutando de un chivito montevideano


Pleno Centro de Montevideo


Avenida 18 de Julio


Las presentaciones de los tablados eran una de las tradiciones características del carnaval de Montevideo, donde antiguamente cada barrio tenía su propio tablado, un estrado improvisado de madera adornado con lucecitas de colores donde se presentaban los talentos del pueblo. Competía cada barrio, en ocasiones hasta de esquina a esquina de una misma calle, para ver quien ponía el tablado más bonito, el que más llamara a la gente a salir de sus casas (a veces llevando, cada quien, su silla) para ver los vistosos disfraces y escuchar las pegajosas melodías. Ahora los tablados se organizaban en lugares fijos, distribuidos a lo largo y ancho de Montevideo. Concurrían familias enteras, grupos de jóvenes, personas mayores, todos con el sempiterno mate que el uruguayo llevaba a todos lados. El ambiente era de fiesta dominical, en el pasillo de entrada se vendían choripanes, carne asada, cerveza, gaseosas…
Aníbal Sicardi, pastor metodista, autor de La Murga Uruguaya decía que las murgas eran las principales promotoras de que en el carnaval uruguayo se vendieran más entradas en un mes que en el fútbol en un año. La murga venía a ser la válvula de escape de la sociedad durante el carnaval. Cada uno de los grupos pasaba el año preparando las letras y los coros que presentaría en cada carnaval. Eran hombres y mujeres de extracción popular que hablaban justamente de las cosas que le pasaban al pueblo, tamizando de humor los eventos del año. De hecho, se decía que si uno quisiera enterarse de lo que había pasado en Uruguay en un año bastaba con asistir a los tablados en carnaval y escuchar a las murgas. Aunque en los últimos años también habían incorporado temas internacionales.
Había grandes diferencias entre las murgas de Montevideo y las de Buenos Aires. Las uruguayas contenían letras y canciones durante casi una hora de espectáculo, que apuntaban al humor y la crítica, mientras que la murga argentina era más una expresión callejera basada en el baile.
En 2007 ganó el concurso oficial Asaltantes con Patente, que era una murga tradicional. Algunas de las otras que actuaron fueron Araca la Cana, Falta y Resto, Agarrate Catalina, Colombina Che, Diablos Verdes, Queso Magro, Curtidores de Hongos y Demimurga, entre otras.
Así, se abordaba todo tipo de temas, llegándose a repetir algunos que por su importancia se volvían obligatorios en el repertorio de cada murga, por ejemplo, el conflicto entre Uruguay y Argentina por la instalación de plantas papeleras con capital extranjero y sus consecuencias ecológicas:
“La planta de celulosa
la polémica encendió
y uruguayos y argentinos
discuten su instalación.
Nos tienen de basurero
apuntan siempre hacia el sur
porque aquí está el Tercer Mundo
y su desesperación”
Araca la Cana

Desde Finlandia,
con gran propaganda,
llegan las plantas
de un jugo especial.
Y al mismo tiempo
que aumenta el trabajo,
esto nos trajo un quilombo ambiental.
Con perdón
del espíritu de Jack “Custó”
y la yegua de Briggitte “Bardó”;
¡que viva la inversión!
¡Qué placer
ir al río a mojarse los pies
y sentirse por primera vez
un gaucho finlandés!
Ahijuna por el repecho
Vienen llegando los finlandeses
Se iban para Entre Ríos
Pero eligieron cruzar el puente
Y ahí fue que los porteños
Se preocuparon del medio ambiente
Y así comenzó el berrinche
Con la rabieta de su intendente
¡Si tocan la celulosa
van llenarse de sabañones!
¡Se van a quedar pelados
van a volverse mariposones!
No ven que es un plan macabro
Para transformarlos en lobizones
Un plan de los finlandeses
Tabaré Vazquez y los masones
Ahijuna por el repecho
Vienen llegando los finlandeses
Que traigan la celulosa
Y que revienten todos los peces
-Pare primo la canoa,
que me parece que veo un pececito que solloza.
¿Será por la celulosa
que no para de llorar?
-¿Cómo se hace para ver
que hay un pez llorando ahí?
¿Dónde empieza el llanto y termina el río
como distingue usté?
¡Si debajo del agua los peces lloran,
quién diablos va a saber!
-¡Ahijuna los finlandeses, juera sotreta,! ¡Luz mala Botnia mandinga!
¡Amalaya gringos maulas, vayan pa ´sus pagos a picanear los pescaos!
-Callesé no sea vejiga
los finlandeses son buenos socios
no joda más con la ecología
se va perder terrible negocio
-¿Negocio?
- La celulosa no mata al pueblo
Y a los pescaos les encanta
Los bichos se desestresan
Mirá cómo hacen la plancha
Quietitos y panza arriba
Mirá qué lindo descansan
-¡Pero haber sabido antes que era un negocio tan conveniente…!
¡Lo que es apresurarse con un juicio de valor...!
¡Los uruguayos somos mandados a hacer pa´ hablar al pedo! ¿No?
¡Qué van a estar muertos estos bichos, tan descansando!
¡Mirá qué lindo pescadito, qué vitalidad…mirá, mirá como salta!
¡Vamos, Finlandio, salte, salte!
(interacciones con el pescado muerto)
-”Hola, soy Finlandio me encanta la celulosa”!
- ¡Si usté viera la cantidá de pescao que hay allá en la arena tirao también,
tomando sol, loco e la vida, como usté!
¡Hasta se han hecho amigos de las moscas que les andan revoloteando!
¿Eh…lo qué..? ¡Pero dígalo usté, Finlandio, no se quede con la “espina”!
-¡La celulosa es muy buena para el medio ambiente!
-¡Sí señor! El ecosistema está en su esplendor. Es un caldo de cultivo.
Ni se sabe la cantidad de animalitos nuevos que van a surgir gracias a la celulosa. ¡Semejante contribución pa´ la biología! ¡Miles de especies nuevas!
 ¡Fauna y flora en plena mutación!
-¡Que lo parió!
Se da cuenta, Finlandio, tamo´ siendo testigo´e´ la evolución!
Rumbeando para Fray Bentos
de alpargatas y escafandra
qué lindo es volver al pago
y encontrarse con la planta
pa´ sentir olor a humo
que las chimeneas largan
pa´ hacerle fiesta a los perros
con pescuezo de jirafa
Y esos viejitos divinos
bien cargaditos de escamas
con tentáculos y branquias
amargueando de mañana
- Clavo mi remo en el agua
lo saco todo podrido
creo que he visto un mamut
del otro lado del río.
- Qué lindo es volver al pago
Pa´ ver las vacas que pastan
como la vaca de Milka
violeta con manchas blancas
y jinetes con caballos
visibles para los coches
porque tienen pelo verde
que brilla cuando es de noche
y ovejas modernizadas
conscientes de lo que es bueno
que en vez de crecerles lana
les crece polietileno
-¡Qué lindo es volver al pago,
con Don Rosendo, con Doña Eustaquia,
con la pequeña paseando el hamster,
bajando higos con gusto a papa.
Corriendo un choclo con el Finlandio
con “Bob Esponja” abajo del agua
con antenitas todos mutando,
jugando al teto y a la piragua.
Con los porteños, los finlandeses,
los españoles, todos en casa
gritando juntos todos unidos
pero qué linda que está la planta!!!
¡Celulosa, celulosa, celulosa!
Agarrate Catalina

El público festejaba las ocurrencias y se aprendía las letras más notables. Al final de cada actuación la murga ejecutaba una última melodía que se llamaba “retirada”, en la cual predominaba la nostalgia por estar próximo el final del carnaval.
Casi a la medianoche, después de apreciar el espectáculo, aplaudir y reír, el público se despedía del tablado cargando con la familia entera, el mate y la tonada de la despedida de las murgas, que prometían volver el año siguiente, o la noche siguiente para los que, fieles, irían a ver a su murga favorita a otro tablado. 

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