Mérida se encontraba
en la península de Yucatán, a nivel del mar, en una zona de elevada temperatura
durante todo el año.
Databa de 1542 y
fue fundada sobre los vestigios de una ciudad maya. Justamente sobre las
piedras de las construcciones mayas fue que los españoles levantaron sus
edificios. Y su nombre se debía a la homónima española de donde procedían
algunos de los conquistadores.
La ciudad conservaba
la arquitectura colonial y a pesar de no superar el millón de habitantes, era
la más poblada del sudeste mexicano.
Debido al impulso
que le había dado a las actividades culturales, en el año 2000 fue nombrada
Capital Americana de la Cultura, siendo la primera en recibir dicho honor.
Podían encontrarse
edificios desde los siglos XVII y XVIII en adelante, estando representados
diferentes períodos en que la urbe pasó por momentos de bonanza económica.
También se mantenían antiguos arcos que pertenecieran a la muralla que protegía
a la ciudad de los ataques de los nativos.
Mérida contaba con
museos que guardaban piezas de gran valor, así como con la Catedral de San
Ildefonso, la más antigua de México y la primera en ser construida en el
continente americano. El templo se había consagrado en 1598.
Los yucatecos tenían
ciertas diferencias respecto de sus compatriotas de otras regiones, no sólo a
partir de su origen maya sino debido al aporte europeo y a la inmigración
sirio-libanesa. Los giros idiomáticos les eran propios, así como su fama de
pícaros, tercos y brutos. Al punto que se podían oír bromas tal cual en
Argentina las hacíamos hacia los vascos y los gallegos.
Durante el EGAL,
hubo una especie de exposición de fotografías de frases encontradas en la vía
pública, que eran representativas de su idiosincrasia, como por ejemplo:
“El clima en Yucatán es agradable y fresco, lo
que pasa es que no se siente por el calor.”
“el cistema de educación puvlica funciona muy
vien”
“Orgullosamente Yucaterco”
Y si bien en
América Latina supuestamente hablábamos el mismo idioma, evidentemente teníamos
grandes diferencias. Y los argentinos encontramos un cartel en un negocio de
Mérida, que decía: “Hay pijas de todas las medidas.” Primero le tomamos
una fotografía y luego averiguamos de qué se trataba. En México, el sinónimo de
“pija” era “tornillo”, mientras que en la región rioplatense era “pene”
en su expresión más grosera.
También los
yucatecos mostraban cultura propia en la gastronomía. Como en el resto del país
estaba presente el maíz en casi todas las recetas, pero allí se combinaban con
productos tropicales y frutos del mar. Y sus pimientos eran mucho más
fuertes. Al extremo de que el resto de los mexicanos se quejaba de lo
picante que estaban las comidas. ¡Imagínense lo que podía pensar yo! Así que
debido a eso y al calor intenso, opté por alimentarme a base de frutas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario