Verde valle entra las
cordilleras Occidental y Central de los Andes Septentrionales
Gran fertilidad
en el valle intermontano del oeste de Colombia
Presencia de molinos de
viento para dotar de agua a los cultivos
Cultivo de cereales a más de 1000
m.s.n.m.
En este sector del valle del Cauca la vegetación originaria era un bosque sub-xerofítico donde abundaban varias especies de cactáceas, arbustos y árboles espinosos, variedades de higuerones, leguminosas, acacias y bromelias; pero el bioma natural había sido reemplazado por tiernas pasturas para la cría de ganado bovino y equino.
Tiernas pasturas que reemplazaban
al bosque subxerofítico
El alambrado indicaba la presencia
de ganado
Ganado vacuno en lo que fuera
previamente un bosque
Caballos pastando en las verdes
praderas
Casa de campo muy bien dotada
El río Cauca era la segunda arteria fluvial de Colombia, y en su recorrido pasaba por más de ciento ochenta municipios.
Varios centros urbanos se localizaban a lo largo
del valle del río Cauca
Una población rodeada de verde
Tránsito moderado durante todo el
recorrido
Diferentes tonos de verde en todo
el camino
Pueblos sobre la ladera de la
Cordillera Occidental
Cultivos intensivos de café
cercanos a las viviendas
En general la carretera estaba en muy buenas condiciones, sin embargo, la marginalidad de muchos pobladores se vislumbraba a cada paso.
Carretera moderna y alguien
caminando con su carga al hombro por la estrechísima banquina
Por uno de los puentes de la
carretera número 25
Pasando por otro centro urbano
La cuenca hidrográfica del Cauca comprendía un área de algo más de sesenta y tres mil kilómetros cuadrados, y era el lugar de diversas actividades productivas como la agricultura, la ganadería, la explotación minera, y la generación de electricidad, entre otras.
Extensas praderas de pastaje en
suaves colinas
Cauce del río Cauca
Plantaciones de especies comercializables
Cultivo de café
Mayor densidad de flora en áreas donde no
llegaba el ganado
La ruta en buen estado no dejaba
de ser peligrosa
En la zona se cultivaban gran variedad de
productos que abastecían tanto a la alimentación de la comunidad, como a las
industrias alimenticia y farmacéutica. Entre los alimenticios se encontraban el
chontaduro, el plátano, el banano, la naranja, el árbol del pan, el caimito, la
papa china, el camote, el coco, el borojo, y el café, entre otros. Y entre las
plantas medicinales, el limoncillo, la manzanilla y el toronjil.
Cultivos hasta en las laderas más
empinadas
Plantación de pinos
Diversidad de cultivos
alimenticios y medicinales
A mitad de camino, cuando ya habíamos pasado largamente el mediodía, bajamos en un parador para almorzar. Omar prefirió una espesa sopa acompañada por una arepa y una rodaja de limón, pero yo elegí un plato típico, que incluía entre otras cosas, dos carnes, una banana y papas fritas. Pensé que al tratarse de un lugar en la ruta donde todos debían permanecer poco tiempo, ya tendrían los menús pre-elaborados, ¡pero no!; así que tardaron tanto que tuve que comer apurada y dejar algo en el plato, cosa que me molestaba sobremanera.
Omar tomando una sopa acompañada
por una arepa y limón
Yo preferí una contundente comida
tradicional colombiana
Prosiguiendo el viaje por el Eje Cafetalero y
la Región Paisa, ingresamos al departamento Caldas, cuya capital era la ciudad
de Manizales. Manizales era considerada, además, la capital cafetera de
Colombia, y reconocida también como “La Capital Mundial del Café”.
La región cafetera de Caldas había sido incluida recientemente en la lista de Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural Cafetero por el Comité de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Y dentro de la zona, Chinchiná era el municipio donde se cultivaban uno de los mejores cafés de exportación de Colombia. Allí se ubicaban las plantaciones más tecnificadas para la producción del grano, y una de las más grandes y sofisticadas procesadoras de café liofilizado en el mundo. La liofilización consistía en un proceso de deshidratación usado generalmente para conservar un alimento perecedero o hacerlo más conveniente para el transporte.
Plantaciones
de café de Chinchiná
Caldas se caracterizaba, además, por su topografía montañosa por lo que era posible encontrar todos los pisos térmicos, y de hecho diferentes biomas en un espacio muy acotado. Allí se destacaba la selva húmeda, hidrófila, que contaba con cuarenta y cinco mil especies de flora y casi seis mil de fauna.
Selva húmeda hidrófila
Planta en forma de enorme penacho
Manchones de pastizales en la
ladera selvática generados para la alimentación del ganado
Laderas enteras raleadas para dar
paso a pastizales y cultivos
Establecimientos agropecuarios en
toda la región
Al cruzar el río Cauca, que corría con fuerza,
observamos no solo las diferencias socioeconómicas de los habitantes de un lado
y otro de sus márgenes, sino una selva en galería que contaba con diversidad de
árboles como el laurel, el roble y los cocoteros, parásitas, musgos, helechos,
orquídeas, anturios, piñas, plantas trepadoras y urticantes.
Desde uno de los puentes del río Cauca
Viviendas en ambas márgenes del río Cauca
Gran marginalidad en zonas ribereñas del río Cauca
Selva en galería en ambas márgenes
del río Cauca
El Cauca corriendo con fuerza
Continuando rumbo al norte ingresamos al
departamento de Antioquía, donde se encontraba un pequeño pueblo situado en
ambas márgenes del caudaloso río Cauca, denominado La Pintada.
Esta población de apenas seis mil habitantes
en 2012, año en que nos encontrábamos allí, contaba con diferentes apelativos
que daban cuenta de sus características principales: “Emporio Turístico de
Antioquía”, “La Mejor Esquina de Antioquía”, y “La Puerta de
Antioquía”.
La Pintada se había ido creando
espontáneamente como asentamiento y agrupamiento de colonos en la región, la
cual había venido siendo lugar de convergencia de varias rutas y caminos del
sur y oeste del país. Y si bien no tuvo fundadores específicos, puede decirse
que su vida comenzó en 1921.
Sus principales actividades económicas han sido los cultivos de cítricos, cacao, la cría de ganado, la pesca, la minería, el comercio y cada vez más, el turismo.
La Pintada desde uno de sus
puentes
Densa vegetación en alta montaña
Viviendas rodeadas de vegetación
natural y plátanos plantados
Casas precarias en los suburbios
de las ciudades principales
Viviendas de la clase media en
Antioquía
Centro urbano en el departamento de Antioquía
Los Andes Tropicales eran los más ricos en biodiversidad de toda la Cordillera, pero, tal como en otras zonas, había sido talada indiscriminadamente la selva para dar lugar a la plantación de pinos para la construcción de muebles y otras demandas de baja calidad, y para expandir el área cafetalera, así como la de otros cultivos y la cría de ganado.
Plantación de pinos reemplazando a
la selva
Plantaciones de café
La mayor diversidad de toda la
cordillera de los Andes
Establecimientos agropecuarios en Antioquía
En sus mil trescientos cincuenta kilómetros de recorrido, el río Cauca era el vertedero de aguas residuales de más de diez millones de personas, además de las minas de oro que utilizaban mercurio en su extracción y varias areneras artesanales e industriales localizadas en las cercanías de sus nacientes. Por esa razón, ya al llegar a la ciudad de Cali, las empresas municipales debían gastar importantes recursos en oxigenación de sus bocatomas. Pero, a su vez, el canal colector de Cali vertía sus aguas sin tratamiento al río Cauca. En el resto de su ruta, este curso fluvial recibía diariamente más de trescientas treinta toneladas de residuos orgánicos de ciudades como Pereira, Manizales y Medellín.
Río Cauca sumamente contaminado
Después de ocho horas de viaje arribamos a la ciudad de Medellín, y tras bajar del vehículo que nos había transportado, advertí que había olvidado una hermosa campera reversible con la inscripción UCR (Universidad de Costa Rica), que había adquirido sólo seis meses atrás. Y como la buseta ya se había ido, reclamé en la ventanilla de la terminal para que el chofer se allegara hasta allí; pero, haciéndose ya de noche, nos informaron que no se encontraba en mi asiento, por lo que alguien ya estaría luciéndola alegremente.
Llegando a El Poblado, una de las
dieciséis comunas de la ciudad de Medellín
A bordo de un taxi comenzamos a buscar un
lugar donde hospedarnos. Nuestra intención era hacerlo en un lugar céntrico y
que cuyo costo no fuera elevado, pero nuestros primeros intentos fueron
infructuosos, ya que gran parte de dichos alojamientos tenían un ambiente
temible. Pero felizmente, después de dar varias vueltas, conseguimos ubicarnos
en el hotel Eupacla, de una estrella, pero absolutamente tranquilo.
Salimos a caminar por la peatonal en busca de algo para cenar, y después, ¡a descansar...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario