martes, 20 de octubre de 2020

Una visita a Cotoca

  La localidad de Cotoca se encontraba a unos veinte kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, sobre la carretera que cruzaba el río Grande para entrar en la Chiquitanía y al Beni. El atractivo principal del pueblo era el Santuario de la Virgen de Cotoca, Patrona del Oriente Boliviano, a la que la gente cariñosamente la llamaba Mamita de Cotoca.

Parroquia del Santuario de Cotoca

 

La Parroquia del Santuario, que llevaba el nombre de la Purísima Concepción de la Virgen, también incluía numerosas comunidades rurales. El Santuario, en ese momento, enero de 2010, era atendido por la Orden de Predicadores o Dominicos.

 

Galería del santuario

 

 Cotoca tenía aproximadamente cuarenta y cinco mil habitantes y era un pueblo apacible, a pesar de ser el principal destino de turismo religioso de todo el Oriente Boliviano.

 

Todavía se podía dormir la siesta en la plaza

  

La imagen de la Virgen de Cotoca consistía en una estatuilla tallada en madera realizada en el siglo XVIII. Estaba vestida con una capa dorada siendo los colores de sus otras vestiduras el blanco y el azul-celeste.   

Imagen de la Virgen de Cotoca

 

 La iglesia, luego de otras construcciones previas, databa de 1839. Era de una sola nave, y en 1844 había sido reparada totalmente. Luego, en 1865 fue reparada nuevamente. 

Vista interior de la Iglesia de la Purísima Concepción de la Virgen

 

La fiesta de Cotoca se celebraba durante los días siete y ocho de diciembre en sintonía con la de la Inmaculada Concepción de María, y el quince de diciembre, en la “recova” se volcaban miles de fieles de toda la región y del resto del país. Se calculaba que durante las peregrinaciones se desplazaban más de doscientas mil personas. Otras concentraciones multitudinarias se producían en Semana Santa, Corpus Christi, la Fiesta de la Cruz, la devoción al Divino Niño y al Señor de los Milagros, que se expresaban con cantos, rezos y danzas. 

El pueblo boliviano se caracterizaba por su elevada religiosidad

 

Existían varias leyendas sobre la aparición de la Virgen. Una de las más populares decía que unos esclavos injustamente acusados por su patrón de haber asesinado a un hacendado, habían escapado a los montes vecinos de Azuzaquí, y mientras descansaban encontraron la imagen de la Virgen, escondida en el hueco del tronco de un árbol. La familia fugitiva rezó para que los ayudara y milagrosamente se descubrió en el pueblo a los verdaderos asesinos.

 

Mural que representaba la leyenda sobre la aparición de la Virgen de Cotoca

 

La torre fue construida por el italiano Bernardo Cadario y entregada en 1902. El Fray Camilo de Agrazar decoró los interiores del templo, y el cura Zacarías Céspedes construyó la casa parroquial en 1939.

Un señor de apellido Salas, quien en un viaje hacia Chiquitos naufragó en el cruce del río Grande, ofreció donar las campanas si se salvaba. Y así lo hizo. 

Campanario del Santuario de Cotoca

  

Cotoca era una localidad muy antigua. Probablemente se habría originado como un villorio, de los tantos formados por los agricultores que habitaban las praderas.  

Antiguas construcciones de Cotoca

 

Durante mucho tiempo fue lugar de descanso obligado de los viajeros a la Chiquitanía y al Brasil. Y estaba muy cerca del lugar donde fuera trasladada, por primera vez, a la ciudad de Santa Cruz “la Vieja”.  

Turismo de todos los sectores sociales

  

Las haciendas habían sido las que le dieron vitalidad a esta región, y Cotoca fue poblada por los negros y mulatos que trabajaban en ellas como esclavos. Y hasta la mitad de siglo XIX, la mayor parte de la población tenía ese origen.   

Sombra reparadora de las altas temperaturas del verano

 

Después de caminar por todo el pueblo, tuvimos que descansar en la plaza, porque el calor se hizo sentir.   

Martín con la camiseta de The Strongest, equipo de fútbol de La Paz

  

Los pueblos originarios eran las comunidades quechua, aymara y guaraní, que elaboraban artesanías en cerámica y realizan tejidos de excelente calidad. 

Vasijas colocadas en la plaza del pueblo 

 

Y como en toda la región, era habitual contar con mercados armados en las calles donde se vendían todo tipo de artículos, en especial comestibles. Un plato típico de esta localidad era el sonso, que se preparaba con yucca y queso. 

Mercado Municipal de Cotoca 

 

Independientemente de cuestiones religiosas, el pueblo se había convertido en un lugar donde pasar el día con absoluta tranquilidad y sintiendo el aroma de los naranjos en el aire, sobre todo para los estresados habitantes de Santa Cruz.

 

 

 

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