martes, 23 de julio de 2019

Chinchero


  
A sólo veintiocho kilómetros de Cusco se encontraba Chinchero, lo que fuera en la época incaica la hacienda real de Túpac Inca Yupanqui.
En 2008, momento en que nos encontrábamos allí, Chinchero era reconocido como el lugar donde se mantenía la tradición textil inca, ya que los demás pueblos en que se desarrollaba antiguamente, habían tomado características propias.



Tejedora utilizando métodos tradicionales


Los Incas practicaban diferentes técnicas de tejeduría que variaban de región en región. Las más utilizadas eran el hilado, el brocado, la tapicería, la doble tela, el entrelazado, las caras de trama y urdimbre, y el anudado. La elección de una u otra dependía del tipo de materias primas e hilos empleados, gruesos o finos, y del uso de las prendas.



Diferentes técnicas según cada caso


El proceso comenzaba con la cría de los animales, la esquila y luego el hilado a mano, habilidad que tenían todas las mujeres de la comunidad porque lo aprendían desde muy pequeñas.






Niña hilando a mano


Luego se creaban las anilinas a partir de diferentes productos vegetales que abundaban en el lugar.

El muchacho nos mostraba la planta desde la cual se extraía el color verde


Desde el limón no solamente se obtenía el amarillo sino también los ocres. No sólo dependía de la materia prima sino también de los tiempos de cocción.


Los colores obtenidos con el limón


Y así nos fueron mostrando el proceso de obtención de cada uno de los colores que utilizaban para la elaboración de sus hermosísimos tejidos.



De varias hierbas salían los marrones


El pueblo de Chinchero, al igual que Ollantaytambo, estaba construido íntegramente sobre un asentamiento inca de extraordinaria extensión. El conjunto urbano estaba conformado por una serie de edificios, generalmente de planta rectangular. Éstas se vían adosadas a las faldas de una colina, sobre plataformas, casi siempre muy alargadas y de escasa profundidad. Dichas plataformas con edificaciones estaban ordenadas en torno a dos plazas. Una plaza principal o gran plaza, la explanada de Capellanpampa, y la plaza del pueblo, ubicada a los pies de la iglesia.

Plaza del pueblo a los pies de la iglesia


Artesanos en la plaza del pueblo


La plaza del pueblo contaba con dos niveles. El más alto correspondía al atrio de la iglesia y el inferior a la plaza propiamente dicha. En esta última, era donde tenía lugar el mercadillo, que en sus orígenes estuvo dominado por el trueque de productos entre los pobladores de la zona, y que posteriormente pasó a ser un atractivo turístico por la oferta de sus artesanías y textilería inca.



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