martes, 11 de julio de 2023

En camino a Asunción del Paraguay

  En septiembre de 2011 se hacía en la ciudad de Dourados (Mato Grosso do Sul, Brasil), el Encuentro Humboldt, y para conocer mejor la región decidí viajar por tierra. Así que algunos días previos partí junto con Omar desde Buenos Aires en un micro de Crucero del Norte, rumbo a Asunción del Paraguay, escala obligada.

Salimos a las 17:30 y al llegar a la provincia de Santa Fe ya se había hecho de noche. Y como era costumbre de la empresa, primeramente ofrecieron un whisky, luego la cena a bordo que consistía en una entrada y luego pollo al champignon con vino o gaseosas, y para acompañar el postre, una copa de champaña y café. Como a mí no me gusta el whisky no lo acepté, pero Omar sí con el fin de probarlo, y a pesar de no gustarle, como no tenía dónde tirarlo, se lo tuvo que tomar a la fuerza. 

 

Omar tomando whisky en Crucero del Norte

  

Cuando amaneció estábamos atravesando el parque chaqueño, una extensa llanura con altos y densos pastizales y palmeras Caranday en su gran mayoría. Esa palmera era ideal para obtener postes, puntales y andamiajes para la construcción, y al tener dos floraciones anuales la hacía muy apetecida por las abejas, lográndose así mieles monoflorales de excelente calidad. Sin embargo, se encontraba en vías de extinción por la tala indiscriminada y quema para abrir paso a la producción sojera.

Esa zona se caracterizaba por tener elevadas precipitaciones durante todo el año aunque predominantes en la estación estival cuando las temperaturas superaban los 45°C, lo que contribuía a la salinización de los suelos.  

 

Parque chaqueño con palmeras Caranday

 

Por la ruta nacional número 11 atravesamos la totalidad de la provincia de Formosa hasta llegar a la ciudad de Clorinda en su extremo nororiental, desde donde cruzamos el puente sobre el río Pilcomayo pasando así a territorio paraguayo. 

 

Suburbios de la ciudad de Clorinda con el río Pilcomayo hacia el norte

  

Después de un desordenado control aduanero, continuamos por ruta con dirección al nordeste hasta la localidad de Remansito a la vera del caudaloso río Paraguay. Estábamos recién entrando en la primavera, por lo que la temperatura aún era agradable, oscilando entre 20 y 25°C. Y el verdor del paisaje reflejaba totalmente la permanente humedad del ambiente.

 

Remansito, en la margen derecha del río Paraguay

  

Desde allí partía el puente Remanso sobre el río Paraguay que nos comunicaba con la ciudad de Asunción, capital de la república del Paraguay, y que constituía un tramo de la ruta Transchaco, uniendo así a los puertos de Santos (Sao Paulo, Brasil) y Antofagasta (norte de Chile).  

 

Cruzando por el puente Remanso del río Paraguay entre Remansito y Asunción

 

 

Pequeño puerto en la confluencia del riacho San Francisco y del curso principal del río Paraguay

 

 

Llegando a Asunción del Paraguay

  

Siendo las dos y media de la tarde, a veintiuna horas de haber dejado Buenos Aires, llegamos a la capital paraguaya. Antes de llegar a la terminal el micro pasó por diversos barrios donde no vimos absolutamente a nadie y todo estaba cerrado. Lo que pasaba era que a esa hora las temperaturas eran elevadas prácticamente durante todo el año, y la gente no hacía otra cosa más que dormir.

 

 

En un barrio de  Asunción…

 

Así que debido a nuestro cansancio y para no contradecir las costumbres del lugar, tras hospedarnos en un hotel cercano al Centro, nos fuimos a dormir una siesta espectacular.

 

 

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