sábado, 4 de agosto de 2018

De paso por Choele Choel



Ya era martes 24 de enero cuando Martín, Omar y yo salimos de El Bolsón para dirigirnos a Bariloche. Pero en esta oportunidad era para permanecer sólo un día y, desde allí, hacer la combinación de micros que vía Neuquén nos llevarían a la localidad de Choele Choel, en el Valle Medio del Río Negro.


San Carlos de Bariloche desde una ventana de nuestro hotel


Apenas dejando Bariloche, el paisaje de la ruta doscientos treinta y siete, que seguía el curso del río Limay, era absolutamente árido; pero desde Neuquén, tomamos rumbo hacia el este, por la ruta veintidós, que atravesaba el valle del río Negro, un verdadero vergel logrado a fuerza de riego y plantación de álamos que impedían que el viento se llevara la humedad y derribara los cultivos.


Nahuel Huapi, en el límite entre las provincias de Río Negro y Neuquén


Torres de trasmisión de la electricidad generada en la represa de El Chocón


Terminal de ómnibus de la ciudad de Neuquén


La nueva terminal había sido inaugurada poco tiempo atrás


En Neuquén se iniciaba el Alto Valle del Río Negro



Las cortinas de álamos permitían proteger del viento a los cultivos de frutales



Llegando a la ciudad de Choele Choel


Choele Choel era la ciudad más importante del Valle Medio del Río Negro, teniendo en 2006, momento en que nos encontrábamos allí, alrededor de diez mil habitantes.
Originalmente había sido fundada en la isla Pacheco con el nombre de “Pueblo de Nicolás Avellaneda”, en honor al entonces Presidente de la República, aunque tiempo después fuera reemplazado por el de Choele Choel. La fecha había sido el 9 de julio de 1879, coincidiendo con el aniversario de la independencia de la Nación Argentina, y durante la segunda campaña al territorio aborigen autodenominada “Conquista del Desierto”, que fuera comandada por el General Julio Argentino Roca. Pero el asentamiento fue arrasado poco después por una inundación y sus habitantes se desplazaron hasta el paraje conocido como Pampa de los Molinos hasta el 18 de marzo de 1882, fecha en que fueran trasladados hasta su actual emplazamiento, sobre la margen izquierda del río.



Avenida San Martín en la ciudad de Choele Choel


En el nuevo sitio se instaló una oficina de correos en 1883, y con la llegada de los salesianos en 1891 se fundó una escuela para niños.
Debido a la inundación que destruyera la ciudad de Viedma en 1899, la Capital del entonces Territorio Nacional del Río Negro, el gobierno se trasladó a Choele Choel por un tiempo. Y la llegada del ferrocarril en el año 1900, activó la actividad agrícola.
En 1904 comenzó a funcionar una escuela estatal; y en 1917, se creó la biblioteca popular, se instaló el primer aserradero, y se dio origen el Club Choele Choel.



Monumento al Bombero en la ciudad de Choele Choel


El clima de Choele Choel era semi-árido, con precipitaciones algo superiores a los cuatrocientos milímetros anuales, por lo que la amplitud térmica era bastante grande, con inviernos fríos y veranos calientes y secos.


Parque cercano al río


Cruzando el río se encontraba la Isla Grande de Choele Choel, donde se situaban tres localidades: Luis Beltrán, Lamarque y Pomona.
Lamarque se había originado en el año 1901, siendo denominado “Nuevo Pueblo de la Colonia Agrícola Choele Choel”, trazada en la zona más alta de la Isla, debido a los riesgos de inundación.
En 1927 había nacido en el establecimiento “El Curundú” el escritor Rodolfo Walsh, quien fuera asesinado en 1977 por la dictadura militar que gobernó nuestro país.
En 1942 al pueblo le fue impuesto el nombre de Lamarque en honor al ex-juez letrado que se hiciera cargo de la nueva sede del Juzgado de Choele Choel tras la inundación de Viedma.
En 1970 recibió refugiados laosianos y sirio-libaneses que se transformaron en excelentes agricultores, dedicándose a la actividad fruti-hortícola.
En 2006 contaba con algo más de siete mil trescientos habitantes.


Ingreso al pueblo de Lamarque en la isla de Choele Choel


Riego por aspersión en los campos circundantes de Lamarque


En 1921 Robert Rosauer y su esposa Hedwin Klein, quienes habían dejado el Imperio Austro-Húngaro, y después de habitar en otros lugares de la Argentina, se instalaron en Paso Peñalva, a pocos kilómetros al sudeste de Lamarque, en el sur de la isla de Choele Choel, donde funcionaba una balsa para cruzar el río, dando inicio a la actividad agropecuaria.
Tiempo después el lugar fue re-bautizado por su hijo Juan como Pomona, inspirado en un pueblo de California que conociera durante un viaje a un Congreso de Fruticultura. Y así quedó fundado oficialmente a partir del 30 de setiembre de 1933, aprobado por Decreto del Presidente Agustín P. Justo.
Juan construyó un vivero con sistema de riego mecánico en el que además de frutales sumaba rosales, miel, ornamentaciones y dulces.
Posteriormente funcionaron galpones frigoríficos para fruta, y aserraderos que utilizaban la madera de los álamos para hacer cajones de manzana, entre otros usos.



Los álamos se caracterizan por su rápido crecimiento
y por doblarse, pero no quebrarse ante los fuertes vientos


Pintorescas calles de Pomona, considerada el Jardín de Río Negro


Rosales por todas partes en esta bonita localidad


El pueblo contaba con poco más de setecientos habitantes mientras nosotros estábamos allí, por lo que era extremadamente tranquilo y podíamos permitir que Martín se desplazara solo por las calles.


El intenso verdor producía una disminución de la temperatura respecto de la ciudad de Choele Choel


Balneario de Pomona


El brazo sur del río Negro a su paso por Pomona


Y luego de unos días de recorrer la zona, continuamos viaje a Bahía Blanca con el fin de que el sábado 28, Martín pudiera pasar su cumpleaños número quince junto a mis padres que se encontraban allí visitando a familiares y amigos. Y si bien nuestra intención era quedarnos un tiempo mayor, las elevadas temperaturas hicieron que, tras el festejo, regresáramos precipitadamente a Buenos Aires.

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