sábado, 26 de febrero de 2022

Washington de a pie

 La mañana del 15 de abril amaneció con un sol radiante y una temperatura muy agradable, razón por la cual decidí hacer un paseo a pie por la ciudad de Washington.

Primeramente me dirigí a la estación de College Park, en las inmediaciones de donde me estaba alojando, y me encontré nuevamente con la complicación de que los boletos se emitían a través de máquinas, aunque, con paciencia, pude superar la dificultad.

 

Máquinas expendedoras de boletos en la estación de College Park

 

 

Prontamente llegó el tren, muy moderno y limpio, en el cual, en especial los hombres, iban leyendo sendos diarios. Y en poco más de treinta y cinco minutos había llegado a Union Station en pleno Centro de Washington.

 

En la plataforma de la estación de College Park

 

 

Tren muy moderno en la plataforma de la estación College Park

 

 

Muchos pasajeros leyendo periódicos en el subte de Washington

 

 

Vita de las plataformas de Union Station

 

 

Caminando sin rumbo encontré lugares donde se expendían diarios tanto en inglés como en español, algunos de los cuales eran gratuitos.

 

Máquinas expendedoras de diarios

 

 

Parte de las calles estaban numeradas y las que las cruzaban respondían a un orden alfabético. Yo comencé a desplazarme por la 7th Street NW, y en la intersección de F St NW, me encontré ante la National Portrait Gallery (Galería Nacional de Retratos), administrada por el Instituto Smithsoniano, centro de educación e investigación finaniado por el Gobierno de los Estados Unidos, cuya función era la de coleccionar imágenes de personajes famosos del país. El edificio de estilo neogriego, había sido construido entre los años 1836 y 1867, y se caracterizaba por sus pórticos de mármol dóricos, inspirados en los del Partenón.

 

National Portrait Gallery

 

 

Continuando por la 7th Street, al llegar a la esquina de G St NW comencé a vislumbrar que estaba ingresando al Barrio Chino, y solo una cuadra después, al llegar a H St NW, encontré el gran arco de ingreso.

 

7th Street esquina G Street NW

 

 

Arco de ingreso al Barrio Chino en H Street NW desde 7th St NW

 

 

Después de caminar unas cuantas cuadras, decidí ingresar a un bar, donde, además de contar con servicio de internet, podía consultar una gran diversidad de periódicos.

 

Descansando en un bar de lectura

 

 

Varios diarios a disposición de los clientes

 

 

Reanudando mi recorrida, siempre a lo largo de 7th St NW, al llegar a la intersección de K St NW, en el centro de Mount Vernon Square, llegué al museo de la Historical Society of Washington (Sociedad Histórica de Washington), dedicado a preservar y mostrar los documentos pertenecientes a la capital estadounidense, así como colecciones de libros, mapas, fotografías y otros materiales relevantes. Además, dicha institución ofrecía conferencias, clases, eventos comunitarios y otros programas educativos como parte de su misión.

Desde 1999 ocupaba el edificio de estilo Beaux Arts construido en 1902, de la Carnegie Library (Biblioteca Carnegie de Washington DC), también conocida como Biblioteca Pública Central, que había sido donada al público por el empresario Andrew Carnegie de Ackerman & Ross.

 

Historical Society of Washington Museum en 7th NW y K St. NW

 

 

La Carnegie Library, Biblioteca Pública Central

 

 

Más adelante se encontraba el edificio de Blackboard Inc., una compañía estadounidense fundada en 1997, destacada en función de su tecnología educativa, proporcionando software para móviles, de comunicación y de comercio, tanto a instituciones de educación, como a empresas y entidades gubernamentales.

 

Edificio de Blackboard Inc.

 

 

Por 7th Street NW pasé por la L St NW y por la M St NW, observando a un lado y otro las diferentes construcciones que evidentemente, representaban momentos históricos diversos, si bien predominaban las líneas rectas y de altura en la mayoría de ellas.

Una excepción lo constituía la Scripture Cathedral, que, además de ser relativamente baja, se destacaba su techo a dos aguas, que había sido fundada por el Apóstol C. L. Long y la Primera Dama Joanne Long. 

 

Esquina de 7th Street NW y L St NW

 

 

L Street NW desde 7th St NW

 

 

Esquina de 7th Street NW y M St NW

 

 

Scripture Cathedral

 

 

De allí en más me desplacé por un barrio absolutamente residencial, que no estaba demasiado alejado de la Casa Blanca, y que a nadie se le hubiese ocurrido que perteneciese a semejante centro urbano.

 

Barrio residencial de Washington

 

 

Un vivero en una esquina de Washington

 

 

Esquina de 9th Street NW y M St NW

 

 

Desde la 9th Street NW retomé el rumbo hacia el Centro de la ciudad, a través de importantes avenidas como Massachusetts y New York, donde se ubicaban el Ivory Dental Centre, la Mount Vernon Place United Methodist Church, la New York Avenue Presbyterian Church (a la cual habían asistido varios presidentes estadounidenses por su proximidad a la Casa Blanca), el Inter-American Development Bank y el Bank of America, entre otras entidades de salud, religiosas y bancarias.

Pero, a su vez, en una plazoleta de ese sector jugaban niños sin distinción étnica. Sin embargo, los blancos estaban cuidados por su niñera negra, y los negros, por su madre.

En esa confluencia de edificios, instituciones y etnias, me llamaron la atención tanto encontrar flores por todas partes como un policía con rastas y un reclamo salarial por parte de los empleados del Banco Interamericano de Desarrollo.

 

Ivory Dental Centre sobre Massachusetts Avenue

 

 

Mount Vernon Place United Methodist Church en la esquina de 9th Street NW y Massachustts Avenue

 

 

New York Avenue

 

 

Niños de diferentes etnias jugando en la plazoleta de 9th Street NW y K St NW

 

 

Flores por todas partes en la primavera norteamericana

 

 

New York Avenue desde 12th Sreet WN

 

 

The New York Avenue Presbyterian Church

 

 

Un policía con rastas

 

 

VERGÜENZA DEL BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO

CONFLICTO LABORAL

 


 

BANK OF AMERICA

 

 

Ya estaba próxima al área propiamente gubernamental, cuando advertí que existía un local comercial dedicado exclusivamente a obtener recuerdos de la Casa Blanca, y sin dudar, ingresé entusiasmada.

No solamente que se podían adquirir objetos de diversa índole, muchos de ellos realmente divertidos sobre las autoridades, sino que, además, se podían tomar fotografías junto a sus imágenes así como con la escenografía del despacho presidencial. Eran los tiempos en que gobernaba el país Barack Obama, y yo me preguntaba si en tiempos de Bush, también habría existido esa libertad de expresión, como el hecho de vender bolsos con la primera dama en una hamaca. Y como todo me resultaba muy caro, compré muy pocas cosas, entre ellas, una pulserita de plástico con dijes de la bandera estadounidense y el obelisco.

 

Regalos de la Casa Blanca

 

 

Con Barack Obama y Michelle

 

 

En el despacho presidencial junto a Barack Obama y Ronald Reagan

 

 

Regalos con la imagen de Michelle Obama

TEJIDO CON UN 95% DE MATERIAL RECICLADO

PRIMERA DAMA DE LO FABULOSO

 

 

Desde 15th Street NW rodié el Departamento del Tesoro, un imponente edificio de estilo griego con columnas jónicas, en cuyo frente se erigía un monumento a Alexander Hamilton, quien había sido el primer Secretario del Tesoro durante el gobierno de George Washington. Influyente intérprete y promotor de la Constitución de los Estados Unidos, así como fundador del sistema financiero de la nación, del Partido Federalista, de la Guardia Costera de los Estados Unidos y del periódico The New York Post. Su visión incluía un fuerte gobierno central liderado por una vigorosa rama ejecutiva, una economía comercial, con un banco nacional y apoyo a las manufacturas, más un ejército potente. A esto se opusieron los agricultores de Virginia Thomas Jefferson y James Madison, quienes formaron un partido rival, el Demócrata-Republicano, que se basaba en la América rural protegida por milicias estatales. Además, denunciaron que Hamilton era demasiado amistoso hacia Gran Bretaña y a la monarquía en general, y demasiado orientado a las ciudades, los negocios y la banca.

 

Vista lateral del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América sobre 15th Street NW

 

 

Frente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América desde los jardines adyacentes

 

 

Monumento a Alexander Hamilton al ingreso del Departamento del Tesoro

 

 

Muy cerca de la Casa Blanca, junto al Parque de los Presidentes se erigía el monumento ecuestre al General William Tecumseh Sherman, quien fuera miembro del ejército, educador y escritor estadounidense. Su celebridad provenía de su participación en la Guerra Civil que tuviera lugar entre los años 1861 y 1865, por la cual había recibido elogios por su eficiente utilización de la estrategia militar como también fuertes cuestionamientos por su implacable política de tierra arrasada, aplicando una destrucción a gran escala de las plantaciones de algodón y de otras estructuras con el objetivo de socavar la capacidad y la voluntad de los confederados que continuaban peleando por su independencia.

 

Monumento al General William Tecumseh Sherman

 

 

Caminando por E Street NW me detuve ante el frente de la Casa Blanca, teniendo una visión frontal desde sus jardines.

Se trataba no solo del principal lugar de trabajo del Presidente de los Estados Unidos, sino también de la residencia oficial de él y de su familia.

El proyecto había sido ideado por George Washington y construido a partir de 1790 en estilo neoclásico, específicamente Palladianismo Irlandés, e inaugurado en 1800, con el presidente John Adams.

Formalmente, el edificio había recibido los nombres de Palacio Presidencial y la Mansión Ejecutiva, hasta que el presidente Theodore Roosevelt en 1902, propuso al Congreso que adoptara el nombre de “La Casa Blanca”.

En 1812, durante la guerra anglo-estadounidense, gran parte de Washington fue incendiada por las tropas británicas en venganza por la quema de los Edificios del Parlamento del Alto Canadá (posteriormente Ontario), dejando a la Casa Blanca en ruinas y saqueada, teniendo que ser reconstruida. Posteriormente, durante varios mandatos presidenciales a lo largo de su historia, se hicieron diversas ampliaciones con el fin de solucionar necesidades de espacio y algunas obras de restauración  relacionadas con el paso del tiempo.

Durante el gobierno de John Fitzerald Kennedy, se dio origen a un organismo autorizado por el Congreso, el Comité para la Preservación de la Casa Blamca, cuya misión era la de mantener la integridad histórica del edificio, que pasó a ser el encargado de aprobar todos los cambios que se quisieran llevar a cabo.

El plan original de los atentados del 11 de septiembre de 2001 era secuestrar doce aviones, de los cuales eligieron solamente cinco por lo inabarcable de la operación. Uno de ellos iba a impactar en la Casa Blanca, por representar el poder presidencial de los Estados Unidos, pero Zacarías Moussaqui, el terrorista destinado a cumplir con esa misión, había sido detenido por el FBI el 16 de agosto previo, debido a cargos de inmigración, por lo que finalmente, fue abortado ese objetivo.

 

La Casa Blanca desde los jardines

 

 

La Casa Balnca con sus fuentes de agua

 

 

Mientras recorría la avenida Pennsylvania repleta de bares con sombrillas bajo una copiossa arboleda, me topé con una populosa manifestación, como forma de protesta contra el cobro de impuestos.

 

Bares con sombrillas sobre las veredas de la Pennsylvania Avenue NW

 

 

En los Estados Unidos se decía que lo único certero eran la muerte y los impuestos, aunque la primera era una sola, y los segundos eran locales, estatales y federales. Y cada 15 de abril le tocaba al gobierno federal recolectar su parte, obligando a más de ciento cuarenta millones de contribuyentes a llenar complicados formularios, en los que debían detallar hasta el último dólar de ingreso anual. Los impuestos afectaban tanto a cada adulto, como a cada negocio, a cada organización sin fines de lucro fuera grande o pequeña, incluso  los quince millones que no tenían trabajo no se salvaban de la declaración de impuestos, ya que por ley debían abonar un porcentaje de sus pagos por desempleo.

Por esa razón, miles de ciudadanos habían ocupado las calles de Washington, como parte del movimiento anti-estado conocido como el “Tea Party”, para protestar contra el pago de impuestos. El nombre de dicha organización provenía de un acto llevado a cabo en 1773 durante la lucha por la independencia de los Estados Unidos, cuando un grupo de colonos arrojó un cargamento de té procendente de Gran Bretaña a la bahía de Boston, en rebelión contra los tributos exigidos por la Corona Inglesa.

La revuelta tributaria había sido invocada por la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, quien desde el mismo lugar del levantamiento en Boston arremetió contra el pago de impuestos diciendo: “Hoy en día trabajamos cien días de cada año para pagarle al gobierno (…) Ya es hora de recordarles que el gobierno debe trabajar para nosotros”.

Ken Hoagland, quien dirigía la entidad denominada “Rebelión Tributaria Cibernética” fue uno de los oradores del acto que se realizaba en coordinación con cada capital de estado, y que se calculaba en una participación de doscientas sesenta mil personas. En su discurso afirmó que “(…) el impuesto federal al ingreso se ha convertido en un monstruo que amenaza el bienestar del ciudadano promedio, a los dueños de negocios, y los cimientos de nuestra economía y nuestra democracia”. Según él, el sistema de impuestos federales no solo era complicado, demasiado costoso, invasivo y malo para la economía popular, sino que también era corrupto e injusto por favorecer a las grandes empresas y a los que tenían dinero para contratar a un experto que pudiera navegar las sesenta y siete mil quinientas páginas del código tributario.

Y si bien la mayoría de los manifestantes pertenecían al partido republicano, no solamente los conservadores se quejaban de los impuestos, sino que grupos pacifistas se revelaban contra el gasto militar. Aproximadamente treinta centavos de cada dólar pagado en impuestos federales se dirigían al Departamento de Defensa, mientras que siete con treinta centavos se destinaban a los programas de vivienda, y solo dos centavos a la educación, según datos del National Priorities Project, entidad que investigaba el gasto público. Semejantes datos habían llevado a miles de ciudadanos no solo a protestar contra los impuestos, sino a rehusarse a pagarlos, como parte de un movimiento de resistencia tributaria que también tenía raíces históricas. En 1846, el famoso poeta, filósofo y abolicionista Henry David Thoreau había sido encarcelado por no pagar sus impuestos en base a su oposición a la guerra que en ese entonces Estados Unidos libraba con México. Desde entonces, su pensamiento ha sido invocado por famosos como los cantantes Joan Baez y Pete Seeger, comprometidos socialmente, y miles de anónimos, para protestar por el gasto bélico.

David Gross, quien en el año 2004 recibiera el Premio Nobel en Física por el descubrimiento de la libertad asintótica, un año antes, no había enviado un cheque al gobierno sino un mensaje en su blog que decía: “Cuando empezó la invasión de Irak, dejé de pagar impuestos federales”. De forma similar opinó Manuel Shah, quien en vez de su formulario de impuestos le mandó una carta al IRS Internal Revenue Service (Servicio de Impuestos Internos), explicando los motivos de su falta de pago: “Aproximadamente el 30% de nuestros impuestos se gastan en los militares. Este gasto le quita recursos a los programas de educación, infraestructura y otras necesidades básicas. Mi conciencia no me permite costear estos actos de violencia”.

Y si bien el gobierno federal, a partir de estos movimientos, sumados a la economía informal existente en grado sumo, aunque no reconocida, había sufrido un importante déficit, quedaba compensado por todos quienes desde cualquier parte del mundo, comprábamos dólares tanto para realizar transacciones como para formar parte de nuestros ahorros.

Mientras tanto, personas llegadas en micros o en autos particulares habían comenzado a llenar la avenida Pennsylvania, a pesar de que tanto en la Argentina como en otros países latinoamericanos se decía que eso no ocurría en los mal denominados “países en serio”.

 

Protesta de republicanos contra el Presidente Barack Obama en la Pennsylvania Avenue NW

 

 

Enseguida quedé en medio de los manfestantes republicanos y aproveché la experiencia para tomar fotografías e interiorizarme sobre las consignas más relevantes que los habían concentrado allí.

Muchas de ellas hacían referencia a que durante el gobierno de Barack Obama había aumentado el desempleo e incitaban a votar en noviembre de 2010 en contra de los demócratas para que se fueran, indicando que ellos eran sinónimo de viruela, maleficio, broma, gafe, vejación, marxismo e impuestos, teniendo como principal lema hacia el gobierno: “DON´T THREAD ON ME” (NO ME PISE), con el símbolo de una serpiente.

Algunas de las pancartas hacían referencia a que el eje del gobierno se centraba en la codicia de Barack Obama (Presidente de la República), Nancy Pelosi (Presidenta de la Cámara de Representantes) y de Harry Mason Reid Jr. (Senador Demócrata por el Estado de Nevada). Que el gobierno progresista era una plaga para la nación y, por lo tanto, habia que quemar a los plagueros.

 

AUMENTO DEL DESEMPLEO

EN NOVIEMBRE VOTE PARA QUE SE VAYAN

 

 

DÍA DE PROTESTA POR IMPUESTOS

VIRUELA – MALEFICIO – BROMA – GAFE – VEJACIÓN – MARX - IMPUESTO

 

 

NO ME PISE

 

 

EL EJE DEL GOBIERNO ES LA CODICIA DE OBAMA-PELOSI-REID

EL GOBIERNO PROGRESISTA ES UNA PLAGA EN ESTA NACIÓN

FUEGO A LOS PLAGUEROS

 

 

Pero al margen de las razones que habían tenido algunos activistas contra los impuestos a la guerra durante la etapa republicana de George Walker Bush, en esa ocasión los cuestionamientos de los opositores a los demócratas parecían inverosímiles.

En 2009, la tasa del impuesto federal al cigarrillo había aumentado en 61,66 centavos por dólar de cada atado a fin de financiar la renovación del Programa Estatal de Seguro Médico para Niños, lo que si bien las ventas de paquetes de cigarrillos habían disminuido y la cantidad de fumadores adultos y adolescentes se habían reducido, las recaudaciones habían aumentado en un ciento veintinueve por ciento. Lo que había resultado un verdadero buen éxito, habiendo sido aprobado por una encuesta que reveló que dos tercios de todos los votantes estaban de acuerdo con dicha medida. Obviamente que la reacción de la industria tabacalera había sido el aumento del precio de sus productos y la manipulación para que se clasificaran en categorías impositivas menores.

Y además de lemas como “EL ENGAÑO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL. ES EL SOL ESTÚPIDO” con los cuales yo coincidía, más otros como “CUIDADO: EL VERDE ES EL NUEVO ROJO - PÉRDIDA DE TRABAJOS - MÁS IMPUESTOS - MENOS LIBERTAD - LA TEORÍA DE LOS COMUNISTAS… ABOLICIÓN DE LA PROPIEDAD PRIVADA - KARL MARX -SI LA PROPIEDAD NO ES SAGRADA - LA LIBERTAD NO PUEDE EXISTIR”,      que podrían ser discutibles, había algunos que no resistían en absoluto una opinión favorble, como “EL PADRE DE NUESTRO PAÍS FUE UN GRANJERO TABACALERO Y FUMADOR Y DIOS BENDIJO A AMÉRICA DE TODOS MODOS - TÚ NO ERES DE ACERO… PARA ARREGLAR EL CUIDADO DE LA SALUD – SACÁ AL GOBIERNO - AMANTES DE LA LIBERTAD DE LOS FUMADORES - BOICOT A WASHINGTON DC - EL PELIGRO DEL HUMO ES 100% FRAUDE - POR FAVOR, PROTEJAN LOS DERECHOS PRIVADOS AL HOGAR, NEGOCIOS Y ANIMALES DE FEDERALES, ESTADOS, CONDADOS, CIUDADES Y VOTANTES - NO ACERCA DE MÍ - ¡ANTI-FUMAR ES UNA ESTAFA! - LAS MENTIRAS DE LA SALUD SON COFRES DE DROGAS PARA LOS ABOGADOS - NOSOTROS, LOS CIUDADANOS SOMOS SOBERANOS, NO BIENES MUEBLES.”

Respecto del padre del país que fuera granjero tabacalero y fumador se estaban refiriendo a George Washington, quien ya a temprana adolescencia estaba suficientemente familiarizado con las tareas de los colonos como para cultivar tabaco. En esa época, cuando tenía once años, murió su padre y pasó a la tutela de su hermanastro mayor, con quien conoció un mundo más refinado y pudo codearse con la alta sociedad de Virginia.

Finalizada la guerra de los Siete Años (1756-1763), al cabo de la cual Francia renunció a sus pretensiones sobre Acadia y Nueva Escocia, y la plena soberanía de Inglaterra sobre Canadá y toda la región de Luisiana, salvo New Orleáns, la discrepancia mercantil entre Londres y sus colonias aumentó debido a que el gobierno inglés consideró que todas sus posesiones debían cooperar en la amortización de los gastos ocasionados por la guerra, ya que se habían beneficiado de sus resultados. Por lo que, en marzo de 1765, el parlamento inglés votó un impuesto que hirió los derechos tradicionales de las colonias, imponiendo el uso de papel timbrado para toda clase de contratos, y al año siguiente dictó una serie de derechos aduaneros sobre el papel, el vidrio, el plomo y el té, que provocaron la indignación del mundo comercial norteamericano y la formación de ligas patrióticas contra el consumo de mercancías inglesas.

En 1773 la población de Boston protestó contra los impuestos arrojando los cargamentos de té al mar. El hecho, conocido como el Boston Tea Party, le abrió los ojos a Washington quien comenzó a volcarse a la defensa de las libertades americanas. En 1774, vestido de uniforme, representó a Virginia en el Primer Congreso Continental celebrado en Filadelfia, donde pronunció un elocuente discurso declarando: “Organizaré un ejército de mil hombres, los mantendré con mi dinero y me pondré al frente de ellas para defender a Boston”.

Comenzaban las hostilidades entre ingleses y americanos en la Batalla de Lexington, el 19 de abril de 1775, los autonomistas declararon sus anhelos de independencia frente a la Corona Inglesa, y todas las colonias se consideraron en guerra contra la metrópoli; y en el Segundo Congreso de Filadelfia, confiaron el mando de las tropas al plantador de tabaco virginiano George Washington, quien organizó el Ejército de Massachusetts, ocupando Boston y así expulsar a los ingleses del General William Howe en 1776. Ese año, ante la llegada de nuevas tropas enviadas por la metrópoli, los norteamericanos habían proclamado solemnemente la Independencia de los Estados Unidos.

Si bien los hechos históricos habían sido así, no había razones valederas para comparar situaciones. Se trataba de otro momento histórico, con un avance en los conocimientos acerca de las consecuencias en la salud pública del cigarrillo, además de no aceptar atender las necesidades de la población infantil, que también en los Estados Unidos, se encontraba desamparada.

 

Insólitas leyendas inscriptas en los vehículos

 

 

Vehículo pintado con la bandera norteamericana

y gente portando las banderas amarillas

con el símbolo de una serpiente y le inscipcipción “NO ME PISES”

 

 

Continué mi caminata bajo la sombra de los árboles de la avenida Pennsylvania, alejándome de los manifestantes, y al cruzar la 10th Street NW, pasé por el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, que se encontraba a una cuadra sobre la avenida Constitution. Se trataba de un edificio de estilo neoclásico, y habiendo sido inaugurado en 1910, contaba con importantes colecciones de plantas, animales, fósiles, minerales, rocas, meteoritos y objetos culturales humanos.

 

Caminando a la sombra de los árboles de la avenida Pennsylvania

 

 

Pennsylvania Avenue entre 12th Street y 11th St NW

 

 

Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano

sobre la Constitution Avenue NW desde la 10th Street NW

 

 

Sobre la avenida Pennsylvania entre entre 9th Street NW y 7th St NW, se hallaba el edificio de Archivos Nacionales, de estilo neoclásico, que había sido construido durante la década de 1930, en plena etapa de la Gran Depresión. Allí se guardaban y exhibían los principales documentos formativos de los Estados Unidos como el de la Declaración de la Independencia, la Cosntitución y la Declaración de Derechos, así como otros elementos y fotografías históricos.

 

Centro de Investigación de Archivos Nacionales

 sobre Pennsylvania Avenue entre 9th Street NW y 7th St NW

 

 

Si bien me encontraba en el corazón político del país con mayor poder del mundo, la marginalidad se manifestaba en diversos aspectos, no solo en cuanto al tipo de trabajos sino también a la gente en situación de calle.

 

La marginalidad también estaba presente en Washington

 

 

Otro edificio emblemático aunque de un estilo muy moderno era el Newseum, un museo interactivo de noticias y periodismo, fundado por el Fórum de Libertad, cuya misión era la de “(…) ayudar al público y a los medios de comunicación a entender mutuamente y concienciarlos sobre la importancia del rol de una prensa libre en una sociedad democrática”. Justamente en su exterior estaba grabada la leyenda “EL CONGRESO NO HARÁ LEYES CON RESPECTO AL ESTABLECIMIENTO DE UNA RELIGIÓN, O QUE PROHIBA SU LIBRE EJERCICIO; O QUE LIMITE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, O DE LA PRENSA; O EL DERECHO DEL PUEBLO A REUNIRSE PACÍFICAMENTE, Y SOLICITAR AL GOBIERNO LA REPARACIÓN DE RECLAMOS. LA PRIMERA ENMIENDA A LA CONSTITUCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS

 

NEWSEUM, museo interactivo de noticias y periodismo

 

 

En la cuadra trescientos de la avenida Pennsylvania, frente al Palacio de Justicia de los Estados Unidos E. Barrett Prettyman, se alzaba el George Gordon Meade Memorial, también conocido como Meade Memorial, una obra de arte pública, en honor a quien fuera un oficial militar de carrera de Pennsylvania, que era conocido por derrotar al General Robert R. Lee en la Batalla de Gettysburg (1ro al 3 de julio de 1863). Dicha contienda se había desarrollado en el marco de la Guerra Civil, siendo una gran victoria para el Ejército Federal (Ejército de la Unión) y un hecho desastroso para la Confederación.

Meade estaba personificado con su uniforme militar y de pie al frente de la escultura. Una figura masculina con alas representaba a la guerra y se encontraba en la parte posterior estando flanqueada por dos tablillas conmemorativas. Seis figuras alegóricas reflejaban cualidades que el artista creía necesarias en un gran líder militar y se ubicaban a ambos lados: caballerosidad, energía, fama, lealtad, coraje militar y progreso. Un remate de oro del sello del estado de Pennsylvania se encontraba en la parte superior del monumento.

 

El George Gordon Meade Memorial 

 

 

Y admirando diversos edificios y monumentos llegué a la intersección de la avenida Pennsylvania con la 3rd Street SW, a menos de quinientos metros del Capitolio,  donde estaban estacionados algunos de los ómnibus que habían llevado a gran parte de los manifestantes hasta las proximidades de la Casa Blanca. Me pareció importante registrar dicha imagen ya que muchos decían que “los negros (refiriéndose a la población originaria o mestiza) eran trasladados así solamente en la Argentina”. Sin embargo, en el caso presente no solo que no predominaban “negros” sino que se trataba de población blanca y, en su gran mayoría, de extrema derecha.

 

Cerca del Capitolio, los ómnibus que habían transportado a algunos de los manifestantes

 

 

El Capitolio era el sitio donde se albergaban las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos, que habían comenzado a sesionar allí en el año 1800 aunque su construcción no había sido finalizada. Se trataba de un edificio de estilo neoclásico norteamericano, contando con una gran cúpula en el centro y dos alas a cada lado, siendo la del norte la correspondiente al Senado y la del sur a la de la Cámara de Representantes.

Poco después de la concreción total de la obra, el Capitolio fue parcialmente quemado por los británicos el 24 de agosto de 1814, durante la Guerra de 1812, modificando su diseño de las áreas anexas que se completaron en 1819, teniendo que ser ampliado en el transcurso de la década de 1850 debido al aumento de legisladores que llegaban de los estados recientemente admitidos. Y debido a que la cúpula original no guardaba relación con el tamaño del nuevo edificio, fue derribada para construir una nueva que era la que yo tenía ante mis ojos. La mano de obra utilizada para dichos trabajos había sido afroamericana, gran parte de la cual se encontraba bajo régimen de esclavitud.

A lo largo del siglo XX todo el conjunto sufrió nuevas restauraciones y modificaciones y estuvo rodeado por un área parquizada denominada Union Square.

El edificio había sido uno de los blancos de los atentados del 11 de septiembre de 2001, pero el avión que tenía la misión de embestirlo (vuelo 93 de United Airlines) cayó en un campo de Pennsylvania cuando los pasajeros intentaron recuperarlo al enterarse de que el vuelo 175 de la misma compañía y el vuelo 11 de American Airlines se habían estrellado contra el World Trade Center.

 

El Capitolio desde la Union Square

 

 

Espacios verdes alrededor del Capitolio

 

 

El Capitolio desde sus jardines floridos

 

 

Avanzando por Union Square, frente al Capitolio se encontraba el Monumento a la Paz, también conocido como Monumento Naval o Monumento a los Marineros de la Guerra Civil.

 

El Capitolio con el Monumento a la Paz

 

 

La nueva cúpula estaba construida en hierro fundido estilo torta de bodas, con un diámetro de treinta metros, apoyada en pilares de mampostería ya existentes. Era doble, con un gran óculo en la parte interior, a través del cual se veía “La Apoteosis de Washington”, pintada en una concha suspendida de las costillas de soporte, que también soportaban la estructura exterior visible y el tholos que sostenía la “Estatua de la Libertad”, que fuera elevada en 1863.

La estatua, de casi seis metros de altura, realizada en bronce, era una figura femenina clásica de pelo largo y suelto que lucía un casco decorado con la cabeza de un águila, cresta y plumas, al que rodeaban nueve estrellas. La figura estaba vestida con un traje largo en el que se destacaba un broche bajo el pecho con la inscripción “US” (United States of North America). Portaba en su mano derecha una espada envainada envuelta por un pañuelo, mientras, en su mano izquierda sostenía un escudo con la bandera del país y una corona de laurel; además, diez clavos de bronce con punta de platino, repartidos por su tocado y hombros junto con el escudo, la protegían de posibles rayos. Se encontraba erigida sobre un pedestal de hierro fundido y un globo con el lema “E pluribus unum”, frase que en latín correspondía con uno de los principales lemas nacionales “De muchos, uno” o también “Unidad en la Diversidad”.

 

Detalle de la cúpula del Capitolio

 

 

Sobre la Constitution Avenue pasé por un imponente edificio que había sido destinado originalmente a la sede del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, hecho que había ocurrido hasta 1979, en que dicha entidad se mudó, pasando a ocuparlo el Servicio de Aduanas. Pero desde 2002, fue designado como el edificio “EPA WEST”. La EPA (Environmental Protection Agency) consistía en la institución responsable de revisar las declaraciones de impacto ambiental de otras agencias federales.

La construcción, que databa de 1934, había sido designada por el Congreso como una estructura que contribuía al Sitio Histórico Nacional de la Avenida Pennsylvania en 1966, y posteriormente incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Edificio ocupado por la “EPA WEST” sobre Constitution Avenue

 

 

El día se presentaba espectacular para continuar conociendo Washington a pie, ahora por los parques aledaños al Capitolio. Y siguiendo por la avenida Louisiana, frente a la Asociación Nacional de Carteros, llegué a un triángulo verde denominado Vincent R. Sombrotto Memorial Park, en honor a quien fuera un reconocido cartero sindicalista quien tuviera una activa participación en una huelga desarrollada en el mes de marzo de 1970. A esa medida de fuerza se sumaron piquetes reclamando aumento de salarios y mejora de las condiciones laborales. Y si bien el presidente Richard Nixon había tomado diversas medidas represivas, además de convocar a distintas ramas del ejército a distribuir la correspondencia, cada vez se sumaban más apoyos a los trabajadores. Posteriormente, mediante negociaciones con los sindicatos se levantó la huelga resultando la aprobación de la Ley de Reorganización Postal que estableció el Servicio Postal de los Estados Unidos, una agencia independiente similar a una corporación con un monopolio oficial sobre la entrega de correo en el país. También otorgó a la Asociación Nacional de Carteros y otros sindicatos postales el derecho a negociar colectivamente un acuerdo nacional, lo que lo catapultó, en 1971, a ser elegido presidente del Local 36 de New York, y tanto él como otros seis miembros eran conocidos como “Los Siete Magníficos”, por sus esfuerzos para reformar y democratizar el sindicato.

En 1978, Sombrotto fue elegido presidente de la NALC (Asociación Nacional de Carteros), cargo que ocupó hasta el año 2002. Durante su gestión, además de expandir el sindicato, dirigió varias negociaciones de contratos que proporcionaron aumentos salariales básicos y desempeñó un papel clave en reformar la Ley Hatch, que prohibía las actividades políticas partidistas de los empleados federales. Además, incrementó su actividad filantrópica, recaudando millones de dólares para la Asociación de Distrofia Muscular, y su colecta anual de alimentos llegó a convertirse en una de las más grandes del mundo. ¡Más que merecido el homenaje!

 

Caminando por los parques aledaños al Capitolio

 

 

C St NW desde el Vincent R. Sombrotto Memorial Park

 

 

En menos de doscientos metros más, en Louisiana Avenue NW y New Jersey Ave. NW, me encontraba en el National Japanese American Memorial, un monumento al patriotismo japonés-estadounidense, un sitio mantenido por el Servicio de Parques Nacionales, para conmemorar las contribuciones de ciudadanos estadounidenses de ascendencia japonesa y sus padres que apoyaron patrióticamente a los Estados Unidos, a pesar del trato injusto, durante la Segunda Guerra Mundial. Además, de una escultura central, en el lugar se destacaban una serie de inscripciones que homenajeaban tanto a los ochocientos caídos como a los veteranos de guerra.

Según la National Japanese American Foundation, el monumento “(…) es un símbolo no solo de la experiencia estadounidense de origen japonés, sino también de la liberación de cualquier persona de circunstancias profundamente dolorosas y restrictivas. Nos recuerda las batallas que hemos librado para superar nuestra ignorancia y prejuicio y el significado de una cultura integrada, una vez dolida y desgarrada, ahora sanada y unificada. Finalmente, el monumento presenta la experiencia estadounidense de origen japonés como un símbolo para todos los pueblos.”

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos describió la dedicación del memorial el 9 de noviembre de 2000: “La llovizna se mezcló con las lágrimas que corrían por los rostros de los héroes estadounidenses de origen japonés de la Segunda Guerra Mundial y de aquellos que pasaron los años de la guerra encarcelados en campos de internamiento aislados…”

“El 19 de febrero de 1942, 73 días después de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial, el presidente Franklin D. Roosevelt emitió la Orden Ejecutiva 9066 que resultó en la expulsión de 120.000 hombres, mujeres y niños estadounidenses de origen japonés de sus hogares en los estados del oeste y Hawái.”

“Con solo lo que podían cargar, las familias se vieron obligadas a abandonar sus hogares, amigos, granjas y negocios para vivir en diez centros de reubicación remotos custodiados por tropas armadas y rodeados de cercas de alambres de púas. Algunos permanecieron en los centros de reubicación hasta marzo de 1946.”

“Además, 4.500 fueron arrestados por el Departamento de Justicia y recluidos en campos de internamiento, como Santa Fe, Nuevo México. También se llevaron a cabo 2.500 en el campamento familiar en Crystal City, Texas.”

“Respondiendo al llamado del deber, los jóvenes estadounidenses de origen japonés ingresaron al servicio militar y se unieron a muchos reclutas de antes de la guerra. El batallón de infantería 100 y el equipo de combate del regimiento 442, que lucharon en Europa, se convirtieron en la unidad del ejército más condecorado por su tamaño y duración de servicio en la historia militar estadounidense. Los estadounidenses de origen japonés en el Servicio de Inteligencia Militar usaron sus habilidades bilingües para ayudar a acortar la guerra en el Pacífico y así salvaron innumerables vidas estadounidenses. El Batallón de Construcción de Ingenieros 1399 ayudó a fortalecer la infraestructura esencial para la victoria.”

“En 1983, casi cuarenta años después de que terminara la guerra, la Comisión Federal de Reubicación e Internamiento de Civiles en Tiempos de Guerra concluyó que no había habido necesidad militar para el encarcelamiento masivo de estadounidenses de origen japonés y que se había cometido una grave injusticia.”

“En 1988, el presidente Ronald W. Reagan firmó la Ley de Libertades Civiles que se disculpaba de la injusticia, brindaba una compensación mínima y reafirmaba el compromiso de la nación con la igualdad de justicia ante la ley para todos los estadounidenses.”

 “Que este memorial sea un tributo al espíritu indomable de una ciudadanía en la Segunda Guerra Mundial que se mantuvo firme en su fe en nuestro sistema democrático:” (Norman Y. Mineta, internado en Heart Mountain, Wyoming)

“Estoy orgulloso de ser estadounidense

de ascendencia japonesa.

Yo creo en esta nación

instituciones, ideales y tradiciones.

Me glorio en su herencia.

Me jacto de su historia.

Confío en su futuro.”

(Mike M. Masaoka, defensor de los derechos civiles, sargento de Estado Mayor, Equipo de Combate del 442do. Regimiento)

“Nuestras acciones al aprobar la Ley de Libertades Civiles de 1988 son esenciales para dar credibilidad a nuestro sistema constitucional y reforzar nuestra tradición de justicia.”

(Robert T. Matsui, internado en Tule Lake)

“Las lecciones aprendidas deben quedar como un grave recordatorio de lo que no debemos permitir que vuelva a suceder a ningún grupo.”

(Daniel K. Inouye, Congresista de los EEUU, Senador de los EEUU y Capitán del 442do. Equipo Regional de Comabte)

“Luchaste no solo contra el enemigo sino también contra los prejuicios, y ganaste. Sigan cn esa lucha y continuaremos ganando para hacer que esta gran república defienda lo que la constitución dice que defiende el bienestar de todas las personas todo el tiempo.”

(Presidente Harry S. Truman, 15 de julio de 1946. Comentarios al presentar una mención a un regimiento Nisei, en una ceremonia en el parque The Ellipse, al sur de los terrenos de la Casa Blanca).

“Japonés de sangre

Corazones y mentes estadounidenses

Con honor erguido

Soportó el hilo de la injusticia

Para las generaciones futuras.”

(Poema tanka, una forma clásica de poesía japonesa,

escrita por Akemi Dawn Marsumoto Ehrlich, titulada “El Legado”)

Las inscripciones del memorial me resultaron demasiado fuertes debido a que comprendía que muchos soldados de ascendencia japonesa habían tenido que cumplir forzosamente, o no tanto, con la inserción en el ejército estadounidense, pese a que sus propios familiares habían sido recluidos sin causa justa en verdaderos ghetos, pero, que, tanto quienes habían sufrido ese confinamiento como muchos de sus descendientes se sintieran orgullosos de semejantes crímenes de guerra, como las bombas atómicas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki, me parecía, cuanto menos, lamentable.

Aunque la explicación podría comprenderse, aunque no justificarse, debido a que el 28 de diciembre de 1945 una ley permitió la admisión de hijos y esposas de ciudadanos dados de baja honorablemente en el ejército o que hubieran servido en el ejército en la Segunda Guerra Mundial sin importar cuotas u otras normas, como venía ocurriendo hasta entonces.

 

National Japanese American Memorial en Louisiana Avenue NW y New Jersey Ave. NW

 

 

Y deambulando por ese parque, me encontré ante dos mujeres negras, que estaban teniendo un almuerzo informal, justo junto a la siguiente inscripción:

NOSOTROS CREEMOS UNA AMENAZA

A ESTA DEMOCRACIA DE LAS NACIONES

FUE UNA AMENAZA

AL SUEÑO AMERICANO

Y A TODAS LAS PERSONAS LIBRES

DEL MUNDO

¿A qué consideraban los Estados Unidos de América una “amenaza a esta democracia de naciones”, cuando habían intervenido política, comercial o bélicamente, apoyando golpes de estado duros o blandos en cuanto país cuya democracia del mundo que no conviniera a sus intereses?

El racismo en los Estados Unidos se había manifestado a lo largo de su historia entre los descendientes de europeos y quienes tuvieran ascendencia indigena, latinoamericana, africana y asiática, además respecto de quienes profesaban el islamismo, y si bien ya no había leyes que ampararan dicha discriminación, continuaba reflejándose a partir de grandes desigualdades socioeconómicas, así como en la justicia penal, los negocios, la economía, la vivienda, la atención médica, los medios y la política, a pesar de que en el momento en que me encontraba allí, el presidente era Barack Obama.

El caso del exterminio masivo de amerindios y la discriminación contra otros americanos de origen japonés, mexicano-estadounidenses y otros grupos humanos tendía a invisibilizarse cuando el tema del racismo parecería limitarse a los grupos de origen africano. Más aun, el tema de la inmigración ilegal estaba profundamente ligado a la cuestión racial como se ha visto en la frontera con México, con frecuentes insultos como “wetback” (espaldas mojadas) a los trabajadores que cruzaban el río Grande, o “anchor babies” (bebés anclas), a los hijos de los latinoamericanos.

 “¿Personas libres del mundo?” Uno de los principios del racismo fue basarse en él para facilitar y legalizar la esclavitud, que comenzó con esclavos negros africanos o sus descendientes, y ocasionalmente con los amerindios. Una ley de Virginia de 1705 estableció que la esclavitud se aplicaría a aquellas personas de pueblos que no fueran cristianos. La esclavitud se prohibió en los Estados Unidos recién en 1865, luego de la Guerra de Secesión mediante la Decimotercera Enmienda. Piénsese lo tardío de la medida si se tiene en cuenta que en el Río de la Plata, la Asamblea de 1813 declaró la libertad de vientres.

Durante la Guerra Civil, se ratificó la 13ra. Enmienda de 1865, que abolía formalmente la esclavitud, y en 1866, el Congreso aprobó la Ley de Derechos Civiles que amplió una gama de derechos a todas las personas nacidas en los Estados Unidos. A pesar de esto, la aparición de los “Códigos Negros”, actos sancionados de subyugación contra los negros, continuó prohibiendo a los afroamericanos los derechos civiles debidos. La Ley de Naturalización de 1790 limitó la ciudadanía estadounidense solo a los blancos y en 1868 con la 14ta. Enmienda se otorgó la ciudadanía a los negros. La última de las enmiendas de la Era de la Reconstrucción, la 15ta., prometió derechos de voto a los hombres afroamericanos, ya que hasta ese momento solo podían votas los hombres blancos de propiedad.

Los afroamericanos comenzaron a votar, buscar puestos de oficina, utilizando la educación pública. A fines de la Reconstrucción a mediados de la década de 1870, los violentos supremacistas blancos llegaron al poder a través de grupos paramilitares como los Camisas Rojas y la Liga Blanca e impusieron leyes de Jim Crow que privaron a los negros de los derechos de voto e instituyeron políticas discriminatorias sistémicas a través de la desigualdad y la segregación racial. La segregación que había comenzado con la esclavitud, continuó con las leyes Jim Crow, con letreros utilizados para mostrar a los negros por dónde podían caminar, hablar, beber, descansar o comer legalmente. Para aquellos lugares que eran racialmente mixtos, los no blancos tenían que esperar hasta que todos los clientes blancos fueran atendidos. Las instalaciones segregadas se extendieron desde escuelas solo para blancos a cementerios solo para blancos. Un verdadero apartheid.

Los estadounidenses de origen asiático, incluidos los de ascendencia del este de Asia, el sudeste asiático y sur de Asia, han experimentado racismo desde que los primeros grupos importantes de inmigrantes chinos llegaron a los Estados Unidos. La Ley de Naturalización de 1790 hizo que los asiáticos no fueran aceptados para la ciudadanía. Los inmigrantes de primera generación, hijos de inmigrantes y asiáticos adoptados por familias no asiáticas todavía se veían afectados por la discriminación.

Durante la Revolución Industrial de los Estados Unidos prevaleció la escasez de mano de obra en las actividades mineras y ferroviarias. La mano de obra inmigrante china se usó a menudo para llenar ese vacío. Se vio que los chinos tomaban el trabajo de los blancos por un salario menor, y la frase “peligro amarillo”, prediciendo la desaparición de la civilización occidental, ganó popularidad.

La Constitución de 1879 de California prohibió el empleo de personas chinas por parte de los gobiernos estatales y locales, así como por las empresas que se incorporaron en California. Además, la constitución de 1879 delegó el poder a los gobiernos locales en California para eliminar a los chinos de sus fronteras. La Ley Federal de Exclusión de China en 1882, prohibió la inmigración de trabajadores chinos durante diez años después de que miles de inmigrantes llegaran al oeste de los EEUU. Se produjeron varios ataques de la mafia contra los chinos, incluida la masacre de Rock Springs de 1885 en Wyoming en la que murieron al menos veintiocho mineros chinos y quince resultaron heridos, y la masacre de Hells Canyon en 1887 en Oregon donde murieron treinta y cuatro mineros chinos.

Los estadounidenses de ascendencia latinoamericana, a menudo categorizados como “hispanos”, provenúian de una amplia variedad de orígenes raciales y étnicos. Después de la guerra entre México y los Estados Unidos (1846-1848), los EEUU anexaron gran parte del sudoeste de México. Los mexicanos que residían en ese territorio se vieron sujetos a la discriminación. Se estimaba que entre 1848 y 1930 gran cantidad de mexicanos fueron linchados a una tasa sin precedentes de cerca de quinientos cada cien mil habitantes. Durante la Gran Depresión el gobierno de los EEUU patrocinó un programa de repatriación mexicano que tenía como objetivo animar a los inmigrantes mexicanos a regresar voluntariamente a México, sin embargo, muchos fueron expulsados a la fuerza en contra de su voluntad. Gran parte de las personas deportadas, eran en realidad, ciudadanos de los EEUU.

En 1882 se había aprobado el Acta de Exclusión que impedía hacerse ciudadanos a los inmigrantes chinos. Y recién en 1898 la Corte Suprema estableció que los nacidos en los Estados Unidos serían ciudadanos sin importar raza o nacionalidad de sus padres. En 1913 California aprobó una ley que impedía a los asiáticos ser dueños de tierras y otras formas de propiedad, lo que se reforzaría en 1920 siendo copiado por otros estados. En 1917 el Congreso votó la prohibición de inmigración del sur y sudeste de Asia. El 19 de mayo de 1921 se aprobó una ley de cuotas que limitaba el número de inmigrantes primando a los provinientes del norte y oeste de Europa, en detrimento de los del sur y este. El 31 de mayo se procesó a Sacco y Vanzetti condenándolos a muerte, lo que influyó en el racismo contra los inmigrantes. Los nativos americanos fueron reconocidos como ciudadanos de la unión y pudieron votar recién a partir de 1924. La segregación o separación racial consistió en la separación de espacios, servicios y leyes para las personas de acuerdo con su ascendencia.

Entre 1830 y 1950 habían linchado a cuatro mil negros, siendo en muchos casos, un espectáculo público y popular. Un ejemplo puntual y paradigmático había sido el caso de la cantante negra Bessie Smith, “la Emperatriz de los Blues” quien tras sufrir un accidente automovilístico en 1937, falleció debido a que los hospitales más cercanos no la atendieron porque estaban destinados a los blancos. Este hecho y muchos otros, fueron los que dieron origen posteriormente al movimiento de igualdad de derechos de los negros liderados por Martin Luther King.

La segregación racial fue practicada legalmente hasta mediados del siglo XX, pero como resultado de la lucha por el Movimiento por los Derechos Civiles en los Estados Unidos, y del apoyo del Presidente John Fitzerald Kennedy y de Lyndon Johnson, se firmó la Ley de Derechos Civiles en 1964 por la cual se prohibió la aplicación desigual de los requisitos de registro de votantes y la segregación en las escuelas, en el lugar de trabajo y en lugares públicos, agregando en 1965 la Ley de Derecho de Voto.

Durante el siglo XXI la discriminación se evidenció a partir de crímenes de odio, en gran parte a manos de la policía, tanto hacia negros como hacia hispanos. Estos últimos, prácticamente no los denunciaban por temor a ser deportados, razón por la cual no se sumaban a las estadísticas y no se visibilizaban en los medios. Los crímenes iban en aumento debido a la libre circulación de armas.

El famoso “sueño americano” de muchos habitantes de la tierra, no justificaba, de manera alguna, las atrocidades cometidas durante los enfrentamientos bélicos que caracterizaban al “¿Gran País del Norte?”

Muchas instituciones públicas, empresas y asociaciones de propietarios de viviendas tenían pólizas oficiales para excluir a los mexicoamericanos. Los escolares sufrían segregación racial en las escuelas públicas, así como en muchos condados fueron excluidos de servir como miembros del jurado en casos en que se involucraba como acusado a un mexicano americano, y en muchas áreas del sudoeste vivían en áreas separadas. Fue hasta la década de 1960 en que los jóvenes mexicoamericanos formaron el Movimiento de Derechos Civiles Chicanos.

Los sociólogos han concluido que algunos argumentos en contra de la inmigración ilegal se han visto teñidos de xenofobia y latinofobia, muchos de los cuales se basaban en conceptos de pureza racial y eugenesia. La preocupación no radicaba en la inmigración en sí misma, sino en el origen predominantemente latinoamericano o asiático, que era vista como una amenaza a la tradición europea.

Justamente debajo de esa leyenda, que me había causado indignación por lo hipócrata de los conceptos que allí se vertían, dos mujeres negras, armaban un almuerzo informal, ya que por presencia o por nivel económico, no les era posible ingresar a los elegantes restoranes de la zona.

Mujeres negras teniendo un almuerzo informal en el Monumento Nacional Japonés Americano

 

 

Volviendo a Union Station, pasé nuevamente por los parques floridos cercanos al Capitolio visitados por turistas de todo el mundo, por el Hall of the Sates (Galería del Salón de los Estados), perteneciente a la Organización de Servicios Estatales, que ofrecía espacios para eventos, conferencias o reuniones, y tenía a su lado una sede del  ATM (Wells Fargo Bank); y luego me detuve a fotografiar el Kimpton George Hotel de cuatro estrellas en E St NW y el The Dubliner Restaurant en F St NW. Todos los sitios a los que los ciudadanos de segunda, como lo eran gran parte de los inmigrantes no tenían acceso.

 

Parques floridos y ómnibus de turismo en los alrededores del Capitolio

 

 

Hall of the States y ATM (Wells Fargo Bank)

 

 

Kimpton George Hotel de cuatro estrellas en E St NW

 

 

The Dubliner Restaurant en F St NW

 

 

Ya frente a la estación se me presentaron varias imágenes de lo que significaban los EEUU, y particularmente Washington. Y fue así que un hombre de origen africano vestía su atuendo típico, hermosas petunias habían florecido en los extensos jardines y el paso de una limusina frente a la gran cantidad de bicicletas estacionadas junto a la estación, mostraban la ambivalencia de la vida en este país tan polémico.

 

La Union Station desde Massachusetts Avenue y un hombre de orige africano con su atuendo típico

 

 

Petunias en las calles de Washington

 

 

Limusina y bicicletas junto a la Union Station

 

 

Ingresé a la Union Station donde había locales gastronómicos para todos los gustos, y para mi sorpresa, hasta los de mayor nivel, tenían precios mucho más bajos que los del exterior, a diferencia de lo que ocurría en la Argentina, donde en las estaciones y terminales de ómnibus se aprovechan de la necesidad o apuro, y elevaban los valores de los alimentos.

Así que me dispuse a tener un buen almuerzo, antes de continuar paseando por esa variopinta ciudad.

 

Patio de comidas de Union Station

 

 

Restorán del hall de Union Station