Ludmila (8) y Laurita (7)
desayunando
Mi madre (87) desayunando
Laurita y Martín (19)
terminando de desayunar
Martín, Laurita y Ludmila en la piscina del complejo
vacacional
Cuando ya estaba bajando el sol y nos estábamos preparando para hacer una caminata, Ludmila, que se encontraba en el jardín en ojotas, tuvo la mala suerte de clavarse la espina de una planta en el pie, así que la llevé urgentemente al hospital. La atención fue de excelencia, pero no fue fácil la extracción por lo que la pobre lloró bastante, ¡y yo también por verla sufrir! La vendaron y debía continuar con los cuidados impidiéndole entrar a la piscina.
Ludmila con el pie vendado en el jardín del complejo
Al día siguiente descansamos toda la mañana,
pero decidimos hacer un paseo tranquilo dada la situación de convalecencia de
mi madre y de mi nieta. Así que en un remis salimos a recorrer los alrededores
de Merlo, pasando por Chumamaya y terminando la tarde en una casa de té.
Vista panorámica de Chumamaya
Chalets de Chumamaya
Llegando a la casa de té
Ludmila en el balcón de la casa de
té
Vista del paisaje desde la casa de
té
Laurita y mi madre en la casa
de té
Ludmila y Laurita en el salón
central de la casa de té
Esa misma noche pegamos la vuelta en un micro
que tras una breve parada en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, nos
dejó en la terminal de ómnibus de Retiro a la mañana siguiente.
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