jueves, 2 de abril de 2020

A Mendoza por las X Jornadas Cuyanas de Geografía



Procedentes de San Luis, llegamos a la ciudad de Mendoza el martes 27 de mayo al mediodía. Y luego de alojarnos en un hotel del Centro y de tener un suculento almuerzo, nos dispusimos a hacer un city tour.
El primer lugar adonde nos llevaron fue el Parque Cívico, gran espacio verde que otrora fuera la Quinta Agronómica, y que contenía imponentes edificios como la Casa de Gobierno y el Palacio de Justicia de la Provincia.

Casa de Gobierno de la Provincia de Mendoza en el Parque Cívico


Luego fuimos hasta el lugar donde estaba emplazada la iglesia de Nuestra Señora de Loreto, erigida como catedral interina en 1934, porque la original había sido destruida por el terremoto de 1861. Pero se planteaba construir una nueva, ya que la de Loreto sólo podía albergar a quinientas personas.

Iglesia de Nuestra Señora de Loreto


El terremoto de 1861 había destruido la ciudad de Mendoza, que en su mayor parte estaba construida en ladrillo y adobe. Este hecho fue coincidente con el fin de poder de los federales, y tras la batalla de Cepeda, se consolidó el dominio de Buenos Aires sobre el resto del territorio, lo que había producido luchas en Mendoza, permitiendo el recambio de autoridades y de modelo político que trajo aparejada la refundación de la ciudad.
Con la inmigración europea, prontamente la economía pasó de agropecuaria a vitivinícola, y la nueva ciudad creció cubriendo las ruinas y transformándolas en un barrio más. Al poco tiempo sólo quedaban los restos de dos iglesias: San Francisco y San Agustín, cuyas órdenes las habían abandonado para construir nuevas en otros sitios.
Encima del cabildo se construyó el matadero de carácter semi-rural cuyas malas condiciones sanitarias y su asociación a la barbarie de los federales le daba carácter de zona colonial y marginal por su pobreza, insalubridad y prostitución. Pero con motivo de la conmemoración del Centenario en 1910, el municipio comenzó a preocuparse cuando la legislación obligó a ampliar las calles como protección contra terremotos, a construir acequias y a arbolar las calles mejorando las veredas. Fue en ese contexto en que las ruinas de San Francisco fueron valorizadas como atractivo turístico, juntamente con la creación de un jardín romántico denominado plaza Pedro del Castillo.

Oasis cuyano al pie de la Precordillera mendocina destinado a la producción vitivinícola


Arbolada calle de Mendoza


La iglesia de San Francisco destruida por el terremoto de 1861


Cruz de la iglesia de San Francisco


Ruinas de San Francisco


Plaza Pedro del Castillo


Comenzamos a subir al Cerro de la Gloria, pasando por el Anfiteatro, sede permanente de la Fiesta de la Vendimia. Y desde lo alto pudimos tener una buena vista de la ciudad de Mendoza.

Anfiteatro del Cerro de la Gloria


Vista de la ciudad de Mendoza desde la Subida Cerro de la Gloria


Ya en la cima del Cerro, nos tomamos la característica foto junto a la escalinata del Monumento al Ejército de los Andes, y regresamos al Centro de la ciudad, observando los floridos parques y jardines, pese a tratarse de un clima sumamente árido.

Monumento al Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria


Con mi hijo Martín y mi mamá junto al Monumento al Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria


Vistosos lupinos en los parques y jardines


Gran parte de los días subsiguientes participé de las X Jornadas Cuyanas de Geografía “La Geografía frente a la necesidad de integrar territorios y voluntades,” que se realizaran en el Campus de la Universidad Nacional de Cuyo.




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