viernes, 24 de abril de 2020

En la alta montaña mendocina con mucha nieve






  
Era viernes 30 de mayo, y después de varios días en que los caminos de la alta montaña mendocina estuvieran cerrados, junto con mi madre y mi hijo Martín pude hacer una excursión que llegara hasta Las Cuevas. Así que, a la mañana muy temprano, nos pasaron a buscar, y después de pasar por Potrerillos y Uspallata, hicimos la primera parada en el centro de esquí Los Penitentes.
Al llegar a Potrerillos, si bien aún nos encontrábamos en el ámbito de la Precordillera, pudimos observar a lo lejos, el cordón del Plata totalmente nevado, perteneciente a la cordillera Frontal de los Andes. Y sobre la mano derecha, visualizamos el lago del embalse y presa Potrerillos.

Cordón del Plata visto desde Potrerillos


Lago del dique Potrerillos


Por la ruta nacional número siete nos desplazamos bordeando el río Mendoza que se encontraba en período de estiaje. Y la cantidad de precipitaciones era tan escasa y estacional, que se manifestaba la erosión pluvial en sus márgenes, producida cuando, durante el verano, caían cerca de cien milímetros.

Meandros del río Mendoza en período de estiaje y erosión pluvial en sus márgenes

 
Vegetación esteparia debido a escasas lluvias


Al paso por Uspallata, sólo los conos de deyección conservaban algo de vegetación xerófila.

Cono de deyección en la Precordillera cerca de Uspallata


A partir de ingresar a la cordillera de los Andes comenzamos a ver todas las montañas nevadas y el azul del cielo se intensificó notablemente. Los valles glaciarios en forma de “U” se hicieron más frecuentes, y parte del río Mendoza se mostraba absolutamente congelado.

Puente sobre el río Mendoza al ingresar a la cordillera de los Andes


Laderas cubiertas de nieve y cielo muy azul


Valle glaciario


Río Mendoza congelado


Una senda en la montaña



Centro de esquí Los Penitentes


Pista de esquí de Los Penitentes


Naciente de un río, nevada


Vivienda bajo la nieve


Una huella en la nieve


Martín tocando la nieve por primera vez


Con Martín y mi mamá en Los Penitentes


Construcciones en Los Penitentes


Con Martín y mi mamá luciendo las botas de nieve sobre la ruta nacional número siete


Valle en forma de “U”


Cono de deyección nevado


En plena cordillera de los Andes


La próxima parada fue Puente del Inca. Yo me había allegado hasta allí más de una vez, pero nunca lo había visto nevado. Fue impactante.
El Puente del Inca consistía en una formación rocosa que de manera natural formaba un puente sobre el río Las Cuevas, desde allí denominado Mendoza.
En la época colonial había sido paso obligado de viajeros y correos a Chile; y en 1817, de la campaña del Ejército de los Andes.
En 1903 el ferrocarril llegó a Las Cuevas y pocos años más tarde fueron inaugurados los centros termales de Cacheuta y Puente del Inca, contiguos a las respectivas estaciones ferroviarias.
En 1925 se construyó el hotel Puente del Inca, donde asistían las personalidades más importantes de la época, contando cada habitación con su propio baño termal; sin embargo, desde 1945, cuando Perón fomentó el turismo social, se masificó la afluencia de pasajeros. Pero en 1955, durante el gobierno dictatorial de Pedro Eugenio Aramburu, el hotel fue intervenido y su director reemplazado por un capitán de navío, quien ordenó destruir gran parte de los muebles y toda la vajilla por asociarlos con el peronismo; incluso se decía que había hecho parar un tren con maples de huevos, los cuales fueron eliminados por tener las letras P. P., creyendo que eran las siglas del Partido Peronista, siendo en realidad las del dueño del embarque, el señor Pascual Palmada. Y en 1956, lo privatizó, junto con otros complejos turísticos, quedando en manos de los interventores designados por él.
Pero lo peor sucedió en 1965, año de frecuentes aludes, que además de haber inhabilitado el servicio del tren trasandino, destruyó totalmente el hotel, permaneciendo abandonado desde entonces, a pesar de haberse convertido en un gran atractivo turístico.

En Puente del Inca


Perro San Bernardo


Hotel abandonado en el Puente del Inca, bajo la nieve


Coladas de azufre


Estalactitas de hielo en el Puente del Inca


El río no se congelaba porque sus aguas eran de elevada temperatura


Martín y mi mamá en el Puente del Inca


La afluencia de turistas ha sido muy grande, y a partir del desmembramiento de una parte de la roca, desde 2006 se había prohibido el paso por el puente.
Antes de dejar el lugar, pasamos por la feria que se había armado en las cercanías para comprar algunos objetos que, dejados durante algún tiempo bajo agua sulfurosa, quedaban recubiertos por una capa de azufre.

Vasija cubierta por una capa de azufre


Con mi mamá y Martín antes de dejar Puente del Inca


Ya pasado el mediodía llegamos a Las Cuevas, localidad situada próxima al límite con Chile, siendo la más elevada de la provincia de Mendoza, cuya altitud era de 3557 m.s.n.m.
Antes de descender, pasamos por la capilla Nuestra Señora del Carmen de Las Cuevas, una ermita construida por pedido de Don Orione a partir de un sobrevuelo traumático por la cordillera de los Andes, cuando en 1936 se dirigía a Chile. Como, pese a la turbulencia y perder altura había llegado felizmente a destino, el sacerdote italiano había hecho el voto de construir una capilla en Las Cuevas, cerca del Cristo Redentor, a modo de agradecimiento y también para pedir la unión de Chile y Argentina. Y fue recién el 27 de octubre de 1977 en que, con la asistencia de argentinos y chilenos, pudo ser inaugurada. La Virgen del Carmen, patrona del país trasandino, estaba flanqueada por las banderas de las dos naciones.

Capilla Nuestra Señora del Carmen de Las Cuevas


Allá por el año 1950, el entonces presidente Juan Domingo Perón y su esposa viajaron en el histórico Tren Trasandino hacia Chile cruzando la provincia de Mendoza; y a su regreso, la Fundación Eva Perón dispuso la construcción de un poblado como entrada a la Argentina desde el país vecino. Fue así que, un conjunto de casas de estilo suizo, diera origen a Las Cuevas.

Árboles caducifolios rodeando las viviendas de Las Cuevas


La población estable era mínima, siendo habitada regularmente por quienes tenían a la villa como base para escalar el Aconcagua, el cerro más alto de América, de 6962 m.s.n.m., además de la afluencia diaria de turistas que encontraban allí un lugar donde pernoctar, o simplemente tener un buen almuerzo como el que a nosotros nos brindaron en esa oportunidad.
Sin lugar a duda era muy sacrificado vivir allí durante todo el año, mucho más pensando en las tantas veces que el camino se cortaba por exceso de nieve, sumado a la falta de servicios básicos como salud, educación y comunicaciones.

Hostería Ayelen
ABIERTA TODO EL AÑO


Hospedaje en Las Cuevas


Ingreso bloqueado por la nieve


Pasadizo abierto para ingresar a un salón comedor


En algunos lugares las paredes de nieve eran muy elevadas


Ya por la tarde, después de una guerra de nieve y del armado del tradicional muñeco, pegamos la vuelta antes de que otra tormenta impidiera nuevamente el tránsito por la zona.


Martín feliz con su muñeco de nieve


Fuertes pendientes nevadas en la Cordillera



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