Una mañana muy temprano salimos de Quito y tomamos el sector sur de lo
que Humboldt denominara “Avenida de los Volcanes”, por su simetría y
alineación casi perfecta. Ese fenómeno se presentaba entre las localidades de
Ibarra al norte de Quito, y Cuenca en el sur. Quito era un claro ejemplo, ya
que estaba construida sobre los faldeos del volcán Pichincha, de 2800 m.s.n.m.
Saliendo de Quito
En Ecuador se encontraban algunos de los volcanes activos más altos del
mundo. El país estaba atravesado por dos cordones andinos, la Cordillera
Oriental y la Occidental de los Andes, en los cuales destacaban los nudos que
rodeaban a los valles y sus fértiles hoyas.
Ganado pastando en las
fértiles hoyas
En la Cordillera Oriental encontramos, entre muchos
otros a los volcanes Cayambe (5790 m.s.n.m.), Antisana (5704 m.s.n.m.),
Cotopaxi (5897 m.s.n.m.), Chalupas, Sincholagua, Tungurahua (en actividad desde
1999) y el Altar. A un costado de la Cordillera Oriental se encontraban los
volcanes Reventador, Pan de Azúcar, Sumaco y Sangay (5230 m.s.n.m.).
Campos de cultivo a la vera
de la Cordillera Oriental
La fertilidad de los suelos volcánicos y la estrechez
de los valles justificaban el cultivo en gran parte de las pronunciadas
laderas.
Cultivos en las laderas de
los volcanes
La Cordillera Occidental era menos alta y maciza que
la Oriental; sin embargo, allí se levantaba la mayor cumbre del país, el
Chimborazo de 6310 m.s.n.m. También se encontraban los volcanes Cerro Negro,
Cotacachi, Cuicocha, Mojanda, Pululahua, Ruco Pichincha, Guagua Pichincha,
Atacazo-Corazón, los Illizas Norte (5116 m.s.n.m.) y Sur (5263 m.s.n.m.),
Quishapincha, Sagatoa, Carihuairazo (5020 m.s.n.m.) y Quilotoa.
Volcán Chimborazo tapado
por las nubes
Debido a su latitud y altitud, en Ecuador pudimos
encontrar todos los tipos de clima y pisos bioclimáticos del mundo. Era por esa
razón que en las playas se podía disfrutar de un clima tropical seco, templado
en los sectores medios, glaciar por encima de los 5000 m.s.n.m. en los volcanes,
y tropical húmedo en la región oriental.
Diversidad climática en
función de la altura
La cercanía al Chimborazo y la mayor densidad de
cultivos nos estaban indicando que nos aproximábamos a Riobamba, ciudad que
sufriera en varias oportunidades las consecuencias de la elevada sismicidad de
la región.
Campiña en las cercanías de
la ciudad de Riobamba
Y siendo aún de día, llegamos a Riobamba, nos alojamos
en un hotel justo enfrente de la terminal de ómnibus, y salimos a caminar. Y al
llegar a la avenida principal, que tenía un bonito boulevard de palmeras, nos
topamos con un acto político de campaña electoral por la intendencia de la
ciudad.
Acto proselitista por la
intendencia de la ciudad
Un sector de los pueblos originarios apoyaba al
partido oficialista, mientras que otro sector se oponía, lo que tenía dividido
al Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo País. El MUPP-NP había
tenido participación importantísima en el activismo indigenista y tuvo un papel
fundamental en la caída del ex-Presidente Abdalá Bucaram y en el derrocamiento
de Jamil Mahuad. Las diferencias internas entre diversos grupos les ha
significado la pérdida del espacio político que alguna vez este movimiento había
sabido tener.
Diversos grupos sociales
acompañaban a los candidatos
Riobamba era conocida como “Cuna de la Nacionalidad
Ecuatoriana”, “Ciudad Bonita”, “Ciudad de las Primicias”, “Corazón de la
Patria” y “Sultana de los Andes”.
Riobamba era una ciudad
planificada y gozaba de gran actividad comercial
La ciudad había sido fundada en 1534 cerca de la laguna
de Colta, y en 1799 fue trasladada al lugar que continuaba ocupando a
principios del siglo XXI, a dos mil setecientos cincuenta y cuatro metros de
altura. Su población en 2009 era de alrededor de ciento ochenta mil habitantes,
considerando los barrios periféricos suburbanos.
Calle
céntrica de Riobamba
Al anochecer fuimos a cenar a
una pizzería y a tomar helados, pero eso fue lo único que pudimos hacer, porque
tempranamente todo se cerró y las calles quedaron vacías.
Original
diseño para indicar el lugar de los sanitarios
Llegando al hotel apenas
pasadas las nueve de la noche nos encontramos con que estaba cerrado con trancas.
Abrieron y tras acompañarnos a la habitación, cerraron con rejas y candado la
puerta que daba a la escalera de salida. Dijeron que era por cuestiones de
seguridad, pero a nosotros nos generó claustrofobia, así que a la mañana
siguiente buscamos otro hotel más normal y más céntrico.
Vista desde
el hotel El Libertador, en el Centro de Riobamba
Si bien la mayor parte de los
ramales ferroviarios habían sido levantados durante la década de los ’90, quedaba
aún un tren que funciona con fines turísticos desde Riobamba hacia el sur.
Pretendimos tomarlo, pero había habido un inconveniente y estaba suspendido por
unos días.
Estación de
trenes de Riobamba
Habiéndose frustrado la salida
en tren y ante la imposibilidad de subir al Chimborazo por mal tiempo, decidimos
recorrer diversos barrios de la ciudad. En el camino, encontramos en varias
oportunidades mujeres vendiendo bananas en diversas versiones. Como me gustan
de cualquier manera, las probé en más de un puesto.
Venta
ambulante de plátanos a la parrilla
Y al pasar por una fila de
gente que esperaba el ómnibus para ir al mercado, descubrimos que muchos de
ellos, llevaban a cuestas todo tipo de animales vivos para ser vendidos.
Cerdo en la
fila del ómnibus que iba al mercado
De cerca o de lejos todos llevaban
su producción. Y la comercialización en vivo no sólo era lógica por la falta de
procesos de industrialización y cadenas de refrigeración, sino porque se utilizaban
absolutamente todas las partes del animal. Y esa era una gran diferencia con los
argentinos donde cada vez estábamos más exquisitos con las presas de pollo que consumíamos.
Por eso desde Argentina se exportaban los menudos y otras presas a varios
países latinoamericanos.
Justamente sobre ese aspecto,
Martín tuvo una interesante experiencia en una fonda. Cuando la mesera se acercó
para tomar el pedido, Martín pidió pata de pollo. Y entonces le trajeron eso,
la pata, es decir, la parte amarilla que contenía los dedos del animal,
flotando en un caldo espeso. Porque lo que nosotros mal llamábamos pata era, en
realidad, el muslo. Y si bien Martín se sorprendió, se las comió con todo gusto
y la volvió a pedir en otras ocasiones.
Gallinas
traídas desde lejos en sendas jaulas
Ingresamos al mercado en medio
de un mundo de gente y griterío de todo tipo, en especial de las aves, como el
caso de los gallos de riña que se hacían notar.
Gallo de riña
expuesto por sus vendedores
Las frutas y las verduras se
veían frescas y deliciosas. Y como la gente provenía desde diferentes lugares,
la variedad era impresionante.
Gran variedad
de frutas y verduras
Tenían que ubicar la
mercadería, sobre todo la perecedera, porque de lo contrario deberían llevársela
de vuelta. Entonces, regateo mediante, los precios iban bajando a medida que
avanzaba la jornada.
En medio del
tumulto se realizaban las compras y ventas
Pero no sólo se podían
conseguir en los mercados animales de granja o vegetales, sino también mascotas
y de raza.
Venta de
cachorros caninos
Debimos haber sido los únicos
que nos fuimos del mercado sin comprar algo, a pesar de los buenos precios y de
la insistencia de los vendedores, pero fue una experiencia muy interesante, ya
que en Argentina de esto quedaba muy poco y tendía a desaparecer.
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