martes, 16 de junio de 2020

De Quito a Riobamba


  
Una mañana muy temprano salimos de Quito y tomamos el sector sur de lo que Humboldt denominara “Avenida de los Volcanes”, por su simetría y alineación casi perfecta. Ese fenómeno se presentaba entre las localidades de Ibarra al norte de Quito, y Cuenca en el sur. Quito era un claro ejemplo, ya que estaba construida sobre los faldeos del volcán Pichincha, de 2800 m.s.n.m.

Saliendo de Quito


En Ecuador se encontraban algunos de los volcanes activos más altos del mundo. El país estaba atravesado por dos cordones andinos, la Cordillera Oriental y la Occidental de los Andes, en los cuales destacaban los nudos que rodeaban a los valles y sus fértiles hoyas.

Ganado pastando en las fértiles hoyas


En la Cordillera Oriental encontramos, entre muchos otros a los volcanes Cayambe (5790 m.s.n.m.), Antisana (5704 m.s.n.m.), Cotopaxi (5897 m.s.n.m.), Chalupas, Sincholagua, Tungurahua (en actividad desde 1999) y el Altar. A un costado de la Cordillera Oriental se encontraban los volcanes Reventador, Pan de Azúcar, Sumaco y Sangay (5230 m.s.n.m.).

Campos de cultivo a la vera de la Cordillera Oriental


La fertilidad de los suelos volcánicos y la estrechez de los valles justificaban el cultivo en gran parte de las pronunciadas laderas.

Cultivos en las laderas de los volcanes


La Cordillera Occidental era menos alta y maciza que la Oriental; sin embargo, allí se levantaba la mayor cumbre del país, el Chimborazo de 6310 m.s.n.m. También se encontraban los volcanes Cerro Negro, Cotacachi, Cuicocha, Mojanda, Pululahua, Ruco Pichincha, Guagua Pichincha, Atacazo-Corazón, los Illizas Norte (5116 m.s.n.m.) y Sur (5263 m.s.n.m.), Quishapincha, Sagatoa, Carihuairazo (5020 m.s.n.m.) y Quilotoa.

Volcán Chimborazo tapado por las nubes


Debido a su latitud y altitud, en Ecuador pudimos encontrar todos los tipos de clima y pisos bioclimáticos del mundo. Era por esa razón que en las playas se podía disfrutar de un clima tropical seco, templado en los sectores medios, glaciar por encima de los 5000 m.s.n.m. en los volcanes, y tropical húmedo en la región oriental.

Diversidad climática en función de la altura


La cercanía al Chimborazo y la mayor densidad de cultivos nos estaban indicando que nos aproximábamos a Riobamba, ciudad que sufriera en varias oportunidades las consecuencias de la elevada sismicidad de la región.

Campiña en las cercanías de la ciudad de Riobamba


Y siendo aún de día, llegamos a Riobamba, nos alojamos en un hotel justo enfrente de la terminal de ómnibus, y salimos a caminar. Y al llegar a la avenida principal, que tenía un bonito boulevard de palmeras, nos topamos con un acto político de campaña electoral por la intendencia de la ciudad.

Acto proselitista por la intendencia de la ciudad


Un sector de los pueblos originarios apoyaba al partido oficialista, mientras que otro sector se oponía, lo que tenía dividido al Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo País. El MUPP-NP había tenido participación importantísima en el activismo indigenista y tuvo un papel fundamental en la caída del ex-Presidente Abdalá Bucaram y en el derrocamiento de Jamil Mahuad. Las diferencias internas entre diversos grupos les ha significado la pérdida del espacio político que alguna vez este movimiento había sabido tener.

Diversos grupos sociales acompañaban a los candidatos


Riobamba era conocida como “Cuna de la Nacionalidad Ecuatoriana”, “Ciudad Bonita”, “Ciudad de las Primicias”, “Corazón de la Patria” y “Sultana de los Andes”.

Riobamba era una ciudad planificada y gozaba de gran actividad comercial


La ciudad había sido fundada en 1534 cerca de la laguna de Colta, y en 1799 fue trasladada al lugar que continuaba ocupando a principios del siglo XXI, a dos mil setecientos cincuenta y cuatro metros de altura. Su población en 2009 era de alrededor de ciento ochenta mil habitantes, considerando los barrios periféricos suburbanos.

Calle céntrica de Riobamba


Al anochecer fuimos a cenar a una pizzería y a tomar helados, pero eso fue lo único que pudimos hacer, porque tempranamente todo se cerró y las calles quedaron vacías.

Original diseño para indicar el lugar de los sanitarios


Llegando al hotel apenas pasadas las nueve de la noche nos encontramos con que estaba cerrado con trancas. Abrieron y tras acompañarnos a la habitación, cerraron con rejas y candado la puerta que daba a la escalera de salida. Dijeron que era por cuestiones de seguridad, pero a nosotros nos generó claustrofobia, así que a la mañana siguiente buscamos otro hotel más normal y más céntrico.

Vista desde el hotel El Libertador, en el Centro de Riobamba


Si bien la mayor parte de los ramales ferroviarios habían sido levantados durante la década de los ’90, quedaba aún un tren que funciona con fines turísticos desde Riobamba hacia el sur. Pretendimos tomarlo, pero había habido un inconveniente y estaba suspendido por unos días.

Estación de trenes de Riobamba


Habiéndose frustrado la salida en tren y ante la imposibilidad de subir al Chimborazo por mal tiempo, decidimos recorrer diversos barrios de la ciudad. En el camino, encontramos en varias oportunidades mujeres vendiendo bananas en diversas versiones. Como me gustan de cualquier manera, las probé en más de un puesto.

Venta ambulante de plátanos a la parrilla


Y al pasar por una fila de gente que esperaba el ómnibus para ir al mercado, descubrimos que muchos de ellos, llevaban a cuestas todo tipo de animales vivos para ser vendidos.

Cerdo en la fila del ómnibus que iba al mercado


De cerca o de lejos todos llevaban su producción. Y la comercialización en vivo no sólo era lógica por la falta de procesos de industrialización y cadenas de refrigeración, sino porque se utilizaban absolutamente todas las partes del animal. Y esa era una gran diferencia con los argentinos donde cada vez estábamos más exquisitos con las presas de pollo que consumíamos. Por eso desde Argentina se exportaban los menudos y otras presas a varios países latinoamericanos.
Justamente sobre ese aspecto, Martín tuvo una interesante experiencia en una fonda. Cuando la mesera se acercó para tomar el pedido, Martín pidió pata de pollo. Y entonces le trajeron eso, la pata, es decir, la parte amarilla que contenía los dedos del animal, flotando en un caldo espeso. Porque lo que nosotros mal llamábamos pata era, en realidad, el muslo. Y si bien Martín se sorprendió, se las comió con todo gusto y la volvió a pedir en otras ocasiones.

Gallinas traídas desde lejos en sendas jaulas


Ingresamos al mercado en medio de un mundo de gente y griterío de todo tipo, en especial de las aves, como el caso de los gallos de riña que se hacían notar.

Gallo de riña expuesto por sus vendedores


Las frutas y las verduras se veían frescas y deliciosas. Y como la gente provenía desde diferentes lugares, la variedad era impresionante.

Gran variedad de frutas y verduras


Tenían que ubicar la mercadería, sobre todo la perecedera, porque de lo contrario deberían llevársela de vuelta. Entonces, regateo mediante, los precios iban bajando a medida que avanzaba la jornada.

En medio del tumulto se realizaban las compras y ventas


Pero no sólo se podían conseguir en los mercados animales de granja o vegetales, sino también mascotas y de raza.

Venta de cachorros caninos


Debimos haber sido los únicos que nos fuimos del mercado sin comprar algo, a pesar de los buenos precios y de la insistencia de los vendedores, pero fue una experiencia muy interesante, ya que en Argentina de esto quedaba muy poco y tendía a desaparecer.



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