En el año 1974 mi padre había
viajado a Quito, y entre otras tantas cosas, había traído una foto de un
monolito y sus pies a un lado y otro de la línea del Ecuador. Yo estaba
cursando la carrera de Geografía y cuando mis compañeros venían a casa a
estudiar, les mostraba esa diapositiva como si fuera un trofeo. Y desde ese
entonces tuve in mente algún día poder ir hasta allí. Y treinta y cinco años
después, lo logré.
Una mañana temprano tomamos un
colectivo de línea desde Quito, y a sólo trece kilómetros y medio, llegamos a
un lugar denominado Ciudad Mitad del Mundo.
Llegando a la Ciudad Mitad del Mundo
La Ciudad Mitad del Mundo se encontraba
en la parroquia de San Antonio al norte del Distrito Metropolitano de Quito, y
era propiedad de la Prefectura de la provincia de Pichincha.
Ciudad Mitad del Mundo, centro turístico y cultural
La Empresa Turística Ciudad Mitad
del Mundo, era un negocio del estado ecuatoriano que había construido una
ciudad artificial, ofreciendo una réplica de un centro urbano colonial español.
Y allí, entre 1979 y 1982 se había erigido un monumento de treinta metros de
altura, en el lugar donde en ese momento se creía que pasaba la línea del
Ecuador.
Monumento erigido entre 1979 y 1982
El monumento era piramidal, con cada
lado hacia un punto cardinal, y sobre él se encontraba el globo terráqueo de cuatro
metros y medio de diámetro. Estaba hecho de hierro y cemento, y cubierto de
piedra tallada y pulida de andesita.
Monumento
en la supuesta Mitad del Mundo
Desde la escalera que daba al Este,
se había trazado una línea que atravesaba la plaza, marcando la supuesta línea
ecuatorial. Sobre la pared Norte del monumento había una leyenda conmemorativa,
dedicada a Pedro Vicente Maldonado, que había colaborado estrechamente con la
Misión Geodésica en el año 1736. En el sector Oeste observamos una placa
dedicada a dos ilustres españoles que también había apoyado el trabajo
científico de los franceses, estando grabado el escudo de España. Y en el Hemisferio
Sur teníamos una placa de reconocimiento al Gobierno de Ecuador por el trabajo
científico de la Misión Geodésica de Francia, incluyendo el escudo de Ecuador.
Escalera donde se encontraba la supuesta línea del Ecuador
Cotidianamente gran número de
turistas nos fotografiamos con un pie en el hemisferio septentrional y con el
otro en el hemisferio meridional. Y si bien constituía el principal motivo de
la visita, el lugar no se limitaba a ese atractivo.
Martín con un pie en cada hemisferio
La provincia de Pichincha había sido
objeto de numerosos estudios tratando de determinar la localización exacta de
la línea del Ecuador.
Los primeros pasos fueron dados a
principios del siglo XVIII por Charles Marie de la Condamine; y a finales del
mismo siglo el general Charles Perrier, de la Academia Francesa de Ciencias,
fue enviado en una misión científica para verificar el resultado de su
predecesor.
Cartel que marcaba la supuesta línea del Ecuador
Posteriormente, en 1936, con apoyo
del Comité Franco-Americano, el Dr. Luis Tufiño, geógrafo ecuatoriano,
construyó un monumento de diez metros en San Antonio de Pichincha, que
seguramente era el que había conocido mi padre.
El monumento al que nosotros
accedimos en enero de 2009 se encontraba más próximo al verdadero Ecuador
Geográfico, pero todavía continuaba estando doscientos cuarenta metros al sur
de la línea correcta. Es decir que estaba localizado sobre el paralelo 0º 0’ 7.83”
latitud sur, medido con un GPS.
Sobre el paralelo 0º 0’ 7.83” latitud sur
Ingresando al monumento, se subía
por ascensor pudiendo tocar el globo, y desde el mirador divisar todo el
complejo turístico y las montañas que lo rodeaban.
Vista panorámica de la Ciudad Mitad del Mundo desde el monumento
En la pequeña ciudad había un
planetario, en la plaza se ofrecían diferentes actividades recreativas,
presentaciones musicales y culturales, y se vendían artesanías de la región.
Ciudad Mitad del Mundo. Al fondo, el cordón andino
Bajando por la escalera del interior
del monumento, se iba pasando por nueve niveles donde se exponían diferentes elementos
de las culturas nativas de Ecuador, como vestimenta y muestras de sus
actividades. Se trataba del Museo Etnográfico Mitad del Mundo.
Museo
Etnográfico Mitad del Mundo
Visitar este museo era como repasar
un atlas geográfico a través de las tradiciones, vestimenta y artesanías de la
diversidad de nacionalidades indígenas de Ecuador, de las tres regiones
continentales: Costa, Sierra y Oriente.
El noveno nivel representaba a la
Costa con los Chachis y los Afro-esmeraldeños; y en el octavo, con la
escenificación de una playa y la canoa del Cholo Pescador, Montubios y los Tsátchilas
de Santo Domingo de los Colorados. Continuando el descenso se podía ver a los
negros del Chota junto a otros miembros de las comunidades tradicionales de la
provincia de Imbabura: Otavaleños, Zuleta, Natabuelas, y otros. El sexto nivel
era el destinado a la provincia de Pichincha con costumbres y tradiciones de
las zonas rurales. Luego aparecían los grupos de Cotopaxi y Tungurahua. Eran
los Salasacas y Chibuleos dedicados a labores agrícolas y artesanales. Bajando
al cuarto nivel, estaba el espacio destinado a la mayor población indígena del
país, la provincia del Chimborazo. Aunque también se observaban costumbres y
festividades de la provincia de Bolívar. En el tercer nivel se exhibía la tradición y artesanías de los
pobladores de las provincias de Cañar, Azuay y Loja.
Vestimenta de la población indígena de la región del
Chimborazo
El segundo nivel estaba destinado a
las nacionalidades indígenas del Oriente, como Cofanes, Quichuas,
Sionas-Secoyas y Huaoranis, que habitaban en la selva ecuatoriana.
Grupos indígenas de las áreas de clima ecuatorial
Y en el primer nivel se observan las
viviendas de los míticos guerreros Shuar y Achuar. También había un espacio destinado a la variada flora y fauna de la Región
Insular de Galápagos a través de dioramas.
Representación
de las Islas Galápagos
Saliendo del museo, compramos algunos recuerdos del lugar y pudimos tener
un almuerzo ejecutivo por sólo dos dólares y medio.
Restaurante y
venta de artesanías regionales
Si bien el lugar donde nos sacamos las fotos no era el sitio exacto por donde pasaba la línea ecuatorial, sino que continuaba en discusión, lo cierto era que pasamos una muy agradable mañana y aprendimos mucho sobre las culturas nativas de este pequeño y a la vez, inmenso país.
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