viernes, 12 de junio de 2020

¿En la Mitad del Mundo?


  
En el año 1974 mi padre había viajado a Quito, y entre otras tantas cosas, había traído una foto de un monolito y sus pies a un lado y otro de la línea del Ecuador. Yo estaba cursando la carrera de Geografía y cuando mis compañeros venían a casa a estudiar, les mostraba esa diapositiva como si fuera un trofeo. Y desde ese entonces tuve in mente algún día poder ir hasta allí. Y treinta y cinco años después, lo logré.
Una mañana temprano tomamos un colectivo de línea desde Quito, y a sólo trece kilómetros y medio, llegamos a un lugar denominado Ciudad Mitad del Mundo.

Llegando a la Ciudad Mitad del Mundo


La Ciudad Mitad del Mundo se encontraba en la parroquia de San Antonio al norte del Distrito Metropolitano de Quito, y era propiedad de la Prefectura de la provincia de Pichincha.

Ciudad Mitad del Mundo, centro turístico y cultural


La Empresa Turística Ciudad Mitad del Mundo, era un negocio del estado ecuatoriano que había construido una ciudad artificial, ofreciendo una réplica de un centro urbano colonial español. Y allí, entre 1979 y 1982 se había erigido un monumento de treinta metros de altura, en el lugar donde en ese momento se creía que pasaba la línea del Ecuador.

Monumento erigido entre 1979 y 1982


El monumento era piramidal, con cada lado hacia un punto cardinal, y sobre él se encontraba el globo terráqueo de cuatro metros y medio de diámetro. Estaba hecho de hierro y cemento, y cubierto de piedra tallada y pulida de andesita.

Monumento en la supuesta Mitad del Mundo


Desde la escalera que daba al Este, se había trazado una línea que atravesaba la plaza, marcando la supuesta línea ecuatorial. Sobre la pared Norte del monumento había una leyenda conmemorativa, dedicada a Pedro Vicente Maldonado, que había colaborado estrechamente con la Misión Geodésica en el año 1736. En el sector Oeste observamos una placa dedicada a dos ilustres españoles que también había apoyado el trabajo científico de los franceses, estando grabado el escudo de España. Y en el Hemisferio Sur teníamos una placa de reconocimiento al Gobierno de Ecuador por el trabajo científico de la Misión Geodésica de Francia, incluyendo el escudo de Ecuador.

Escalera donde se encontraba la supuesta línea del Ecuador


Cotidianamente gran número de turistas nos fotografiamos con un pie en el hemisferio septentrional y con el otro en el hemisferio meridional. Y si bien constituía el principal motivo de la visita, el lugar no se limitaba a ese atractivo.

Martín con un pie en cada hemisferio


La provincia de Pichincha había sido objeto de numerosos estudios tratando de determinar la localización exacta de la línea del Ecuador.
Los primeros pasos fueron dados a principios del siglo XVIII por Charles Marie de la Condamine; y a finales del mismo siglo el general Charles Perrier, de la Academia Francesa de Ciencias, fue enviado en una misión científica para verificar el resultado de su predecesor.

Cartel que marcaba la supuesta línea del Ecuador


Posteriormente, en 1936, con apoyo del Comité Franco-Americano, el Dr. Luis Tufiño, geógrafo ecuatoriano, construyó un monumento de diez metros en San Antonio de Pichincha, que seguramente era el que había conocido mi padre.
El monumento al que nosotros accedimos en enero de 2009 se encontraba más próximo al verdadero Ecuador Geográfico, pero todavía continuaba estando doscientos cuarenta metros al sur de la línea correcta. Es decir que estaba localizado sobre el paralelo 0º 0’ 7.83” latitud sur, medido con un GPS.

Sobre el paralelo 0º 0’ 7.83” latitud sur


Ingresando al monumento, se subía por ascensor pudiendo tocar el globo, y desde el mirador divisar todo el complejo turístico y las montañas que lo rodeaban.

Vista panorámica de la Ciudad Mitad del Mundo desde el monumento


En la pequeña ciudad había un planetario, en la plaza se ofrecían diferentes actividades recreativas, presentaciones musicales y culturales, y se vendían artesanías de la región.

Ciudad Mitad del Mundo. Al fondo, el cordón andino


Bajando por la escalera del interior del monumento, se iba pasando por nueve niveles donde se exponían diferentes elementos de las culturas nativas de Ecuador, como vestimenta y muestras de sus actividades. Se trataba del Museo Etnográfico Mitad del Mundo.

Museo Etnográfico Mitad del Mundo


Visitar este museo era como repasar un atlas geográfico a través de las tradiciones, vestimenta y artesanías de la diversidad de nacionalidades indígenas de Ecuador, de las tres regiones continentales: Costa, Sierra y Oriente.
El noveno nivel representaba a la Costa con los Chachis y los Afro-esmeraldeños; y en el octavo, con la escenificación de una playa y la canoa del Cholo Pescador, Montubios y los Tsátchilas de Santo Domingo de los Colorados. Continuando el descenso se podía ver a los negros del Chota junto a otros miembros de las comunidades tradicionales de la provincia de Imbabura: Otavaleños, Zuleta, Natabuelas, y otros. El sexto nivel era el destinado a la provincia de Pichincha con costumbres y tradiciones de las zonas rurales. Luego aparecían los grupos de Cotopaxi y Tungurahua. Eran los Salasacas y Chibuleos dedicados a labores agrícolas y artesanales. Bajando al cuarto nivel, estaba el espacio destinado a la mayor población indígena del país, la provincia del Chimborazo. Aunque también se observaban costumbres y festividades de la provincia de Bolívar. En el tercer nivel se exhibía la tradición y artesanías de los pobladores de las provincias de Cañar, Azuay y Loja.

Vestimenta de la población indígena de la región del Chimborazo



El segundo nivel estaba destinado a las nacionalidades indígenas del Oriente, como Cofanes, Quichuas, Sionas-Secoyas y Huaoranis, que habitaban en la selva ecuatoriana.

Grupos indígenas de las áreas de clima ecuatorial


Y en el primer nivel se observan las viviendas de los míticos guerreros Shuar y Achuar. También había un espacio destinado a la variada flora y fauna de la Región Insular de Galápagos a través de dioramas.

Representación de las Islas Galápagos


Saliendo del museo, compramos algunos recuerdos del lugar y pudimos tener un almuerzo ejecutivo por sólo dos dólares y medio.

Restaurante y venta de artesanías regionales


            Si bien el lugar donde nos sacamos las fotos no era el sitio exacto por donde pasaba la línea ecuatorial, sino que continuaba en discusión, lo cierto era que pasamos una muy agradable mañana y aprendimos mucho sobre las culturas nativas de este pequeño y a la vez, inmenso país.



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