martes, 2 de junio de 2020

Arica, una historia de tres países


   
San Marcos de Arica, esa perla en el desierto, ofrecía otros atractivos además de sus playas, y justamente tenían que ver con su historia y con su participación actual en la economía no sólo de Chile, sino también de Perú y Bolivia.
En enero de 2009, momento en que nos encontrábamos allí, era una ciudad pequeña pero pujante, donde seguía habiendo reclamos por parte de bolivianos y peruanos sobre su posesión, ya que se trataba de un área de la que Chile se había apropiado durante la Guerra del Pacífico.
Los primeros españoles que llegaron a la zona, habían partido desde el Perú en 1535.  Fue una avanzada de la expedición de Diego de Almagro liderada por el capitán Ruy Díaz.
Arica fue fundada en 1541 en el día de su patrono, San Marcos. Su fundador fue Lucas Martínez Vegaso, que la llamó Villa San Marcos de Arica, por el nombre del cacique de la zona, Ariacca.

A principios del siglo XXI Arica contaba con áreas de edificación muy moderna


La zona había sido azotada por terremotos en 1604, 1615, 1681, 1868 y 1877. Después del terremoto de 1868, la Iglesia Matriz con paredes de adobe y techo de quincha, que databa de 1840, quedó totalmente destruida. El gobierno peruano había mandado a fabricar a Francia, una iglesia totalmente de metal para el puerto de Ancón. El encargado de diseñarla era el famoso ingeniero Gustavo Eiffel. Pero cuando ocurrió el terremoto, la iglesia francesa se encontraba almacenada, por lo cual en 1870 llevaron a Arica la “iglesia Eiffel” y la llamaron San Marcos. Esta nueva iglesia resistió el terremoto y tsunami de 1877.
La Catedral de San Marcos, de estilo neogótico, con sus naves prefabricadas en estructura metálica, sus muros y cielos revestidos en plancha metálica con molduras estampadas, se inauguró en 1876, trece años antes que la famosa Torre Eiffel en París.

Iglesia diseñada por el arquitecto Gustavo Eiffel


Además de la Iglesia de San Marcos, Eiffel diseñó para Arica el edificio de la ex Aduana (1874) y el de la Gobernación (1876). Este último fue construido en piedra cantería.

Boliche bailable Kamikase en la costanera de Arica


El Wateree era un barco norteamericano que se encontraba anclado en la bahía de Arica el 13 de agosto de 1868, cuando el tsunami lo dejó tres kilómetros tierra adentro cerca del Cerro Chuño, en la playa Chinchorro. Era un típico barco a vapor de fondo plano sin quilla construido en 1863 para servicio fluvial. Tenía dos grandes ruedas de paletas laterales que usaba para impulsarse. El vapor quedó sobre la playa, sufrió poco daño y durante varios años se lo convirtió en hospital de emergencia. Luego fue un hotel y finalmente una bodega. Pero como era de madera con el casco de hierro, otro tsunami, el de 1877, terminó por destruirlo. La Armada lo utilizó para entrenamiento y tiro al blanco de sus destructores. Quedando solamente parte de sus calderas y fue declarado Monumento Nacional en 1984.



En estas costas se habían producido varios tsunamis


En el siglo XVI, Arica se convirtió en el principal puerto de embarque de la plata traída de Potosí en la actual Bolivia, y la abastecía de víveres y enseres. El tráfico entre ambas se realizaba a través de enormes caravanas de mulas y llamas. Los españoles se habían instalado en Putre y Belén, ya que en Arica se sucedían las epidemias de malaria.

El Faro en la Island


Arica fue visitada y asaltada por los piratas más famosos de la historia que venían en busca de los ricos tesoros de plata: Drake en 1579, Spilbergen en 1615, y Watlin en 1681, entre otros.

Cristo en el Cerro de Arica


Unos doscientos años después, Arica perdió prominencia, y todo el tráfico se desvió hacia el puerto de Buenos Aires.

Costanera de Arica


En el siglo XIX y principios del XX esta zona tuvo un crecimiento muy acelerado por el descubrimiento del salitre y la explotación de las covaderas de guano. En los valles de las quebradas se intensificó la agricultura para abastecer de alimentos frescos a las industrias. Sin embargo, en Arica las condiciones eran insalubres por lo cual había epidemias de paludismo. Entonces se trajeron esclavos negros con el pretexto de que eran los únicos que las resistían.

Plantas denunciadas por contaminación marina


La ciudad recuperó algo de su magnificencia perdida tantos años antes, vestigios que presenciamos en las importantes obras arquitectónicas que se levantaron en el poblado.

Avenida principal de Arica


En todo el norte de Chile se encontraron gigantescas y estilizadas manifestaciones de arte prehistórico que adornaban las altas laderas de los cerros, conocidas como geoglifos. Generalmente se localizaban a lo largo de antiguas rutas del desierto y representaban camélidos americanos, serpientes, figuras humanas y dibujos geométricos.

Geoglifos que representan camélidos americanos


A sólo cuatro kilómetros al sudeste de Arica se encontraba el valle de Azapa, que se dedicaba a la producción de frutas, flores, tomates, pimientos y otros productos agrícolas de excelente calidad.

Producción de paltas en el valle de Azapa


En Azapa, se destacan los geoglifos denominados La Tropilla y Cerro Sagrado. El primero estaba integrado por un conjunto de camélidos encabezados por dos personajes con caracteres “Chamánicos”, que podrían simbolizar los espíritus que guíaban la tropa hacia la costa. El segundo panel conserva un conjunto heterogéneo de dos figuras antropomorfas asociadas a otros animales que estarían vinculados a una aldea de colonos Incas altiplánicos, en relación con ritos de la actividad agrícola ganadera.

Geoglifos y cultivos en el valle de Azapa


En el valle de Azapa se especializaban en el sistema de riego por goteo, ofreciendo cursos internacionales de nivel universitario.

El sistema de riego es fundamental en áreas desérticas


Pero este valle, que como lo demostraban los geoglifos, había sido fértil desde siempre, había comenzado a tener problemas desde que las transnacionales comenzaron a plantar semillas transgénicas. Muchos productores temían por la continuidad de la producción de olivos, que llevaba denominación de origen como “aceituna de Azapa”.
Por otra parte, debido al encarecimiento de la mano de obra chilena, habían comenzado a contratar a trabajadores peruanos y bolivianos.

Olivos de gran prestigio en el mercado internacional


Los primeros habitantes de esta zona pertenecieron a la “cultura Chinchorro”, de unos ocho mil años antes de Cristo, de la cual se destacaba su proceso de momificación. Dichas momias predataban a las egipcias en unos tres mil años. Algunos ejemplares se conservaban en el Museo Arqueológico San Miguel de Azapa.

Petroglifo en la entrada del Museo San Miguel de Azapa


En un amplio espacio frente al edificio de la exposición principal y formando una atractiva rotonda, se encontraba el Parque de Petroglifos. Trece bloques de piedra exhibían el arte prehispánico. Algunos mostraban motivos antropomorfos, zoomorfos y geométricos.

Petroglifo trasladado al museo ante el avance del área agrícola


El fundador de Arica, Lucas Martínez Vegaso, fue un personaje bastante poco conocido, pero de indudable estatura histórica, ya que también había fundado la ciudad de Iquique, pionero de la minería, e incluso, fue quien financió la expedición descubridora de Chile de Pedro de Valdivia. Sin embargo, no existía en Chile –y tampoco en Arica-, una calle que perpetuara su nombre.

Vista parcial de la ciudad de Arica


El acta de fundación de la Villa San Marcos de Arica señalaba que Lucas Martínez Vegaso “anduvo e paseó por esta tierra encomendada a su merced (…) e se informó del asiento más conveniente e sin menos perjuicio de los naturales; habiéndolo todo visto según dicho es, dixo que en nombre de su Magestad y del dicho señor gobernador don Francisco Pizarro e en su real nombre fundaba e fundó la dicha villa San Marcos Arica en tierras de dicho cacique mentado”.

Vista panorámica de Arica


El poderío peruano duró hasta los comienzos de la década de 1880, época en la cual el ejército chileno tomó la ciudad como parte de su campaña militar de la Guerra del Pacífico. A este episodio se le conoce como El Asalto y Toma del Morro de Arica por el Ejército de Chile, el 7 de junio de 1880. La batalla fue librada por fuerzas chilenas y peruanas, ya que los bolivianos se habían retirado de la guerra después de la derrota de Tacna, un mes antes. Los batallones chilenos tomaron este fuerte peruano en sólo cincuenta y cinco minutos. Luego, el Tratado de Ancón, de 1929 entre Chile y Perú, la convertiría legalmente en chilena.

Arica desde el Museo Histórico y de Armas que se encontraba sobre el Morro


Vista panorámica de la bahía de Arica


Uno de los temas que había quedado pendiente del Tratado de Paz de Ancón, entre Chile y Perú, era la construcción de un “Símbolo de Paz”. El Morro era el símbolo de la ciudad y allí se instaló el Cristo de la Concordia. Se trataba de una escultura de unos 11 metros de altura por 9,2 de ancho, fundida con 15 toneladas de bronce. Fue diseñada por el artista chileno Raúl Valdivieso, basado en un modelo a escala del checo Zalincka. Fue hecha en Madrid y traída a Arica en 1987; sin embargo, no se la emplazó en su lugar actual hasta 1999. Finalmente, el Cristo con sus brazos extendidos en cruz fue instalado mirando al Océano Pacífico, con su brazo derecho apuntando al Perú y el izquierdo a Chile. En la base estaban inscriptas sus palabras “amaos los unos a los otros como yo los he amado”, debajo de los escudos de Chile y Perú.

Cristo de la Concordia entre Chile y Perú


Desde el Morro las vistas eran espectaculares. Y se podía tener una idea cabal de lo que significaba esta ciudad en medio del desierto.

Ex isla Alacrán vista desde el Morro


El paludismo y la malaria eran graves epidemias que flagelaban la zona de Arica desde la época española, lo que atentaba contra el desarrollo de la ciudad. Y si bien hubo intentos desde principios del siglo XX, recién en el año 1953, se pudieron erradicar esas enfermedades.

Era realmente impactante ver el desierto junto al mar, y la ciudad entre ambos


El 25 de julio de 1953 el Presidente don Carlos Ibáñez del Campo, mediante el Decreto Supremo 303, declaró a Arica “Puerto Libre” para impulsar su crecimiento, transformándose, entonces, en una de las ciudades más importantes de Chile. En 1958 se formó la Junta de Adelanto de Arica, que patrocinó el desarrollo económico, turístico y social de la zona. Durante esta época se construyó la Central Hidroeléctrica de Chapiquiña, el Aeropuerto de Chacalluta y el Casino (1962). En la década de 1950 se inició la pesca industrial, siendo Arica el mayor puerto pesquero de Chile, con quinientas ochenta mil toneladas por año. A principios de 2009 tenía un activo intercambio cultural y comercial con los dos países vecinos, siendo el principal puerto que servía a Bolivia y a Tacna en el Perú.

Puerto de Arica


Y después de recorrer museos y áreas de producción Martín reclamó volver a la playa, su lugar preferido.

Martín en La Lisera


En esta ocasión pudimos valorar mucho más lo que significó esta ciudad en la historia de Chile, Perú y Bolivia, y el porqué de los constantes reclamos.

El Pacífico, con su gran oleaje, culpable de los terribles tsunamis


Y despidiéndonos hasta la vuelta, cruzamos la frontera hasta Tacna, desde donde continuamos nuestro viaje hacia el norte. Antes de partir, pretendí comprar el libro “La Señorita de Tacna”, de Mario Vargas Llosa para leerla en el camino, pero, como era de esperar, me dijeron que lo buscara en las librerías de Buenos Aires.





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