San
Marcos de Arica, esa perla en el desierto, ofrecía otros atractivos además de
sus playas, y justamente tenían que ver con su historia y con su participación
actual en la economía no sólo de Chile, sino también de Perú y Bolivia.
En enero
de 2009, momento en que nos encontrábamos allí, era una ciudad pequeña pero
pujante, donde seguía habiendo reclamos por parte de bolivianos y peruanos
sobre su posesión, ya que se trataba de un área de la que Chile se había
apropiado durante la Guerra del Pacífico.
Los primeros españoles que llegaron a la zona, habían partido
desde el Perú en 1535. Fue una avanzada
de la expedición de Diego de Almagro liderada por el capitán Ruy Díaz.
Arica fue fundada en 1541 en el día de su patrono, San
Marcos. Su fundador fue Lucas Martínez Vegaso, que la llamó Villa San Marcos de
Arica, por el nombre del cacique de la zona, Ariacca.
A principios del siglo XXI Arica contaba con áreas de edificación muy
moderna
La zona había sido
azotada por terremotos en 1604, 1615, 1681, 1868 y 1877. Después del
terremoto de 1868, la Iglesia Matriz con paredes de adobe y techo de quincha,
que databa de 1840, quedó totalmente destruida. El gobierno peruano había
mandado a fabricar a Francia, una iglesia totalmente de metal para el puerto de
Ancón. El encargado de diseñarla era el famoso ingeniero Gustavo Eiffel. Pero cuando
ocurrió el terremoto, la iglesia francesa se encontraba almacenada, por lo cual
en 1870 llevaron a Arica la “iglesia Eiffel” y la llamaron San Marcos. Esta
nueva iglesia resistió el terremoto y tsunami de 1877.
La Catedral de San Marcos, de estilo neogótico, con
sus naves prefabricadas en estructura metálica, sus muros y cielos revestidos
en plancha metálica con molduras estampadas, se inauguró en 1876, trece años
antes que la famosa Torre Eiffel en París.
Iglesia diseñada por el arquitecto
Gustavo Eiffel
Además de la Iglesia de San Marcos, Eiffel
diseñó para Arica el edificio de la ex Aduana (1874) y el de la Gobernación
(1876). Este último fue construido en piedra cantería.
Boliche bailable Kamikase en la
costanera de Arica
El Wateree era un
barco norteamericano que se encontraba anclado en la bahía de Arica el 13 de
agosto de 1868, cuando el tsunami lo dejó tres kilómetros tierra adentro cerca
del Cerro Chuño, en la playa Chinchorro. Era un típico barco a vapor de fondo
plano sin quilla construido en 1863 para servicio fluvial. Tenía dos grandes
ruedas de paletas laterales que usaba para impulsarse. El vapor quedó sobre la
playa, sufrió poco daño y durante varios años se lo convirtió en hospital de
emergencia. Luego fue un hotel y finalmente una bodega. Pero como era de madera
con el casco de hierro, otro tsunami, el de 1877, terminó por destruirlo. La
Armada lo utilizó para entrenamiento y tiro al blanco de sus destructores. Quedando
solamente parte de sus calderas y fue declarado Monumento Nacional en 1984.
En estas costas se habían producido
varios tsunamis
En el siglo XVI,
Arica se convirtió en el principal puerto de embarque de la plata traída de
Potosí en la actual Bolivia, y la abastecía de víveres y enseres. El tráfico
entre ambas se realizaba a través de enormes caravanas de mulas y llamas. Los
españoles se habían instalado en Putre y Belén, ya que en Arica se sucedían las
epidemias de malaria.
El Faro en la Island
Arica fue visitada y asaltada por
los piratas más famosos de la historia que venían en busca de los ricos tesoros
de plata: Drake en 1579, Spilbergen en 1615, y Watlin en 1681, entre otros.
Cristo en el Cerro de Arica
Unos doscientos años
después, Arica perdió prominencia, y todo el tráfico se desvió hacia el puerto
de Buenos Aires.
Costanera de Arica
En el siglo XIX y principios del XX
esta zona tuvo un crecimiento muy acelerado por el descubrimiento del salitre y
la explotación de las covaderas de guano. En los valles de las quebradas se
intensificó la agricultura para abastecer de alimentos frescos a las
industrias. Sin embargo, en Arica las condiciones eran insalubres por lo cual
había epidemias de paludismo. Entonces se trajeron esclavos negros con el
pretexto de que eran los únicos que las resistían.
Plantas denunciadas por contaminación marina
La ciudad recuperó
algo de su magnificencia perdida tantos años antes, vestigios que presenciamos
en las importantes obras arquitectónicas que se levantaron en el poblado.
Avenida principal de Arica
En todo el norte de Chile se encontraron
gigantescas y estilizadas manifestaciones de arte prehistórico que adornaban
las altas laderas de los cerros, conocidas como geoglifos. Generalmente se
localizaban a lo largo de antiguas rutas del desierto y representaban camélidos
americanos, serpientes, figuras humanas y dibujos geométricos.
Geoglifos que representan camélidos
americanos
A sólo cuatro kilómetros al sudeste
de Arica se encontraba el valle de Azapa, que se dedicaba a la producción de frutas,
flores, tomates, pimientos y otros productos agrícolas de excelente calidad.
Producción de paltas en el valle de
Azapa
En Azapa, se destacan los geoglifos
denominados La Tropilla y Cerro Sagrado. El primero estaba integrado por un
conjunto de camélidos encabezados por dos personajes con caracteres
“Chamánicos”, que podrían simbolizar los espíritus que guíaban la tropa hacia
la costa. El segundo panel conserva un conjunto heterogéneo de dos figuras
antropomorfas asociadas a otros animales que estarían vinculados a una aldea de
colonos Incas altiplánicos, en relación con ritos de la actividad agrícola
ganadera.
Geoglifos y cultivos en el valle de Azapa
En el valle de Azapa se especializaban
en el sistema de riego por goteo, ofreciendo cursos internacionales de nivel
universitario.
El sistema de riego es fundamental
en áreas desérticas
Pero este valle, que como lo demostraban
los geoglifos, había sido fértil desde siempre, había comenzado a tener
problemas desde que las transnacionales comenzaron a plantar semillas
transgénicas. Muchos productores temían por la continuidad de la producción de
olivos, que llevaba denominación de origen como “aceituna de Azapa”.
Por otra parte, debido al
encarecimiento de la mano de obra chilena, habían comenzado a contratar a
trabajadores peruanos y bolivianos.
Olivos de gran prestigio en el
mercado internacional
Los primeros habitantes de esta zona
pertenecieron a la “cultura Chinchorro”, de unos ocho mil años antes de Cristo,
de la cual se destacaba su proceso de momificación. Dichas momias predataban a
las egipcias en unos tres mil años. Algunos ejemplares se conservaban en el
Museo Arqueológico San Miguel de Azapa.
Petroglifo en la entrada del Museo
San Miguel de Azapa
En un amplio espacio frente al edificio de la exposición principal y
formando una atractiva rotonda, se encontraba el Parque de Petroglifos. Trece
bloques de piedra exhibían el arte prehispánico. Algunos mostraban motivos
antropomorfos, zoomorfos y geométricos.
Petroglifo trasladado al museo ante
el avance del área agrícola
El fundador de Arica, Lucas Martínez
Vegaso, fue un personaje bastante poco conocido, pero de indudable estatura
histórica, ya que también había fundado la ciudad de Iquique, pionero de la
minería, e incluso, fue quien financió la expedición descubridora de Chile de
Pedro de Valdivia. Sin embargo, no existía en Chile –y tampoco en Arica-, una
calle que perpetuara su nombre.
Vista parcial de la ciudad de Arica
El acta de fundación de la Villa San
Marcos de Arica señalaba que Lucas Martínez Vegaso “anduvo e paseó por esta
tierra encomendada a su merced (…) e se informó del asiento más conveniente e
sin menos perjuicio de los naturales; habiéndolo todo visto según dicho es,
dixo que en nombre de su Magestad y del dicho señor gobernador don Francisco
Pizarro e en su real nombre fundaba e fundó la dicha villa San Marcos Arica en
tierras de dicho cacique mentado”.
Vista panorámica de Arica
El poderío peruano
duró hasta los comienzos de la década de 1880, época en la cual el ejército
chileno tomó la ciudad como parte de su campaña militar de la Guerra del
Pacífico. A este episodio se le conoce como El Asalto y Toma del Morro de Arica
por el Ejército de Chile, el 7 de junio de 1880. La batalla fue librada por
fuerzas chilenas y peruanas, ya que los bolivianos se habían retirado de la
guerra después de la derrota de Tacna, un mes antes. Los batallones chilenos tomaron
este fuerte peruano en sólo cincuenta y cinco minutos. Luego, el Tratado de Ancón, de 1929 entre Chile y Perú, la convertiría
legalmente en chilena.
Arica desde el Museo Histórico y de Armas que se encontraba sobre el Morro
Vista panorámica de la bahía de Arica
Uno de los temas que había quedado pendiente
del Tratado de Paz de Ancón, entre Chile y Perú, era la construcción de un
“Símbolo de Paz”. El Morro era el símbolo de la ciudad y allí se instaló el
Cristo de la Concordia. Se trataba de una escultura de unos 11 metros de altura
por 9,2 de ancho, fundida con 15 toneladas de bronce. Fue diseñada por el artista
chileno Raúl Valdivieso, basado en un modelo a escala del checo Zalincka. Fue hecha
en Madrid y traída a Arica en 1987; sin embargo, no se la emplazó en su lugar
actual hasta 1999. Finalmente, el Cristo con sus brazos extendidos en cruz fue
instalado mirando al Océano Pacífico, con su brazo derecho apuntando al Perú y
el izquierdo a Chile. En la base estaban inscriptas sus palabras “amaos los
unos a los otros como yo los he amado”, debajo de los escudos de Chile y
Perú.
Cristo de la Concordia entre Chile y Perú
Desde el Morro las vistas eran espectaculares.
Y se podía tener una idea cabal de lo que significaba esta ciudad en medio del
desierto.
Ex isla Alacrán vista desde el Morro
El paludismo y la
malaria eran graves epidemias que flagelaban la zona de Arica desde la época
española, lo que atentaba contra el desarrollo de la ciudad. Y si bien hubo
intentos desde principios del siglo XX, recién en el año 1953, se pudieron
erradicar esas enfermedades.
Era realmente impactante ver el
desierto junto al mar, y la ciudad entre ambos
El 25 de julio de
1953 el Presidente don Carlos Ibáñez del Campo, mediante el Decreto Supremo 303,
declaró a Arica “Puerto Libre” para impulsar su crecimiento, transformándose,
entonces, en una de las ciudades más importantes de Chile. En 1958 se formó la
Junta de Adelanto de Arica, que patrocinó el desarrollo económico, turístico y
social de la zona. Durante esta época se construyó la Central Hidroeléctrica de
Chapiquiña, el Aeropuerto de Chacalluta y el Casino (1962). En la década de 1950
se inició la pesca industrial, siendo Arica el mayor puerto pesquero de Chile,
con quinientas ochenta mil toneladas por año. A principios de 2009 tenía un
activo intercambio cultural y comercial con los dos países vecinos, siendo el
principal puerto que servía a Bolivia y a Tacna en el Perú.
Puerto de Arica
Y después de
recorrer museos y áreas de producción Martín reclamó volver a la playa, su
lugar preferido.
Martín en La Lisera
En
esta ocasión pudimos valorar mucho más lo que significó esta ciudad en la
historia de Chile, Perú y Bolivia, y el porqué de los constantes reclamos.
El Pacífico, con su gran oleaje,
culpable de los terribles tsunamis
Y
despidiéndonos hasta la vuelta, cruzamos la frontera hasta Tacna, desde donde
continuamos nuestro viaje hacia el norte. Antes de partir, pretendí comprar el
libro “La Señorita de Tacna”, de Mario Vargas Llosa para leerla en el camino,
pero, como era de esperar, me dijeron que lo buscara en las librerías de Buenos
Aires.
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